
La otra foto que inserto representa el mito del albañil caliente, un tipo bueno que está como un tren, y que es la delicia de las chicas que sueñan tener un novio como él. Naturalmente que los albañiles tienen fama de forzudos y de andar con la testosterona bien alta, es decir con una libido bien grande, pues eso de levantar tablones, poner pesados bloques, montar y desmontar andamios, soportar intemperie, etc…, los hace necesariamente unos forzudos por naturaleza, unos cachas que cuando son jóvenes se los disputan las mozas, y no solo por su físico y su fogosidad a la hora de practicar sexo, sino también por su importante poder adquisitivo. Aquí podemos ver un modelo muy parecido a esa especie, que así le gustaría estar y andar por la obra para soportar mejor los calores del verano, pero que seguramente los cabrones de prevención de riesgos laborales se lo impiden, je, je, je,…. Y luego para que digan que los albañiles sólo saben decirles guarrerías a las niñas que se acercan por la obra.

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