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domingo, 24 de agosto de 2014

MI BLOG SUPERA EL MEDIO MILLÓN DE VISITAS SEGÚN EL CONTADOR DEL GOOGLE



En fecha del pasado 21 de agosto de 2014, mi blog de albañilería y construcción "EL MAESTRO DE OBRAS XAVIER VALDERAS", había superado la cifra psicológica del medio millón de visitas, y en concreto en estos momentos que publico la presente entrada ya está por las 502640 visitas. ¡Todo un récord!. Una cifra que impresiona, e indicador de que es un blog que no deja indiferente a nadie de los del sector. La cosa está como para celebrarla y estar de enhorabuena.

Como podéis ver es un blog muy distinto, con puntos de vista distintos, con un estilo de escritura y presentación distintas, y desde luego nada comparable a los blogs de cualquier facultativo de los tantos que hay por internet. Un blog escrito desde la limitada pericia y la experiencia de quien estuvo 25 años trabajando en el sector del ladrillo, una mitad como peón, y la otra mitad ejecutando trabajos más propios de oficiales, y sin apenas formación alguna, salvo la de la experiencia y la práctica de mucho trabajo. Y es que de aquí se nutre el manantial de todo lo que aporto en este blog. Es desde luego, el blog de un currante, que se identifica con los currantes del ladrillo, y de alguna forma representa el mundo del currante de la construcción, tantas veces ignorado y marginado por el resto de la sociedad, pero que también busca que se conozca cómo es en realidad el mundo del currante de la construcción.

Soy consciente de que quedan muchas cosas por aportar, y si acaso hacer las exposiciones con más detalle y profundidad. Pero es que no dispongo del tiempo que quisiera para eso, aparte de la dedicación y los proyectos que tengo para los otros blogs de los cuales también soy el autor, y que los podéis ver por el lado derecho del presente blog. En todo caso, en cuanto se refiere a nuevas entradas para tratar de nuevos temas, se hará lo que se pueda y de acuerdo con el escaso tiempo disponible.

De todos modos os doy las gracias por seguir mi blog (que eso es la mayor satisfacción para un bloggero), y os animo a lo que más echo en falta: que dejéis vuestros comentarios, porque eso también mejora y enriquece el blog, que como sabéis, sólo está para compartirlo entre todos los internautas, en especial los albañiles, porque este es vuestro blog.

Cordiales saludos a todos, y vayamos ya para la siguiente parada: conseguir el millón de visitas. Y luego ya hablaremos....




sábado, 19 de abril de 2014

FANTASIA DE ALBAÑILES




Hay mujeres sin complejos que saben tener la fantasía de ser tomada por un albañil: son tan fuertes, salvajes, sudorosos, y llenos de testosterona, y con la libido bien alta, capaces de satisfacer con pasión a cualquier fémina que se encuentre en celo. Y es que en el sector, entre los más jóvenes abundan los "metrosexuales", orgullosos de su tipazo y de sus músculos de albañil.

 

Cualquier mujer se acercaría a la obra, y se soltaría su blusa para que le viera las tetas, esperando la reacción de esos brutos.

 

Claro que también los hombres tenemos fantasías de mujeres albañiles, como los típicos machotes que somos.

 

Tanto los albañiles como las albañilas, tienen que ser jóvenes y con las hormonas hirviendo. Ya que viejos están ya demasiado gastados con reumas y artritis. En fín, que nada nuevo bajo el sol.




Si en el mundo sólo hubieran mujeres así. Lástima de que eso sólo ocurre en los sueños. (El corto es de Penélope Cruz).




 

viernes, 18 de abril de 2014

TRABAJOS DE VÉRTIGO


Todos los edificios los han construido los albañiles, y que nadie se llama a cuento. A veces hay que ser mejor que Spiderman para superar el vértigo, y sé de que hablo ya que yo he estado expuesto en la fachada de un 17 piso (y eso que es poco), para hacer algunos remiendos.


A esas alturas es algo inevitable que da mucho vértigo, y por eso para esos casos los trabajos se les exigen para los albañiles jóvenes, ya que tienen mejores reflejos, y las personas mayores en esas condiciones de altas alturas son un peligro seguro (entre albañiles, para esos casos, se consideran entre los 40 y los 45 años).

 

Claro que cuando tienes un problema cuando estás a esas grandes alturas, ¿cómo se lo dices al aparejador que te aclare el detalle?. "Mejor sube conmigo y allí lo revisamos y lo discutimos" jajajajajaja....


 Claro que cuando ocurre eso a esos trabajadores que tienen que moverse por la fachada en plan Spiderman (el hombre-araña) son a los que menos molestan se molesta,  jajajaja...

 Porque si a ellos son (a esos listos que vienen tan bien arreglados en las obras), a los que se les tendría que hacerse subir a esas altas alturas de vértigo para revisar los detalles y comprobar que todo va según planos y normas, mejor que dejen el viento para los pobres albañiles, esos que han de jugarse la vida.


Por eso, creo que los albañiles merecemos un poco de respeto antes de que se les ocurra cualquier otra cosa para tocarnos los cojones, que hay algunos sádicos entre esos facultativos, que parece que disfrutan de ello. Y encima que a veces es injusto que se les pague tan mal a los albañiles, que se juegan más la vida que cualquier torero en la plaza.

 

Claro, para esos casos, la empresa debería de firmar un seguro de vida para cada albañil, y no os penséis que cuando me ha tocado hacer de Spiderman lo hago con gusto: lo hacía porque si no lo hacia yo, no lo hacia nadie, y si nadie lo hace, igual puedes perder el curro, ya que no le puedes decir que no al cliente. ¡Qué dura, injusta y arriesgada es la vida, a veces!

 

Claro que con el tiempo el vértigo se supera, y lo mismo te mueves si estás a un metro del suelo, que a 20 pisos arriba, ….e incluso te sientes más seguro, como si la adrenalina te hubiera recorrido por todo el cuerpo.


Vamos, que te sientes como un auténtico acróbata, como los el circo, pero a mayor altura y sin la red salvavidas por si acaso tienes la mala suerte de un tropiezo inesperado y te caes.

 


Por eso creo, que cuando estamos en ese ejemplo de pésimas y arriesgadas condiciones (como muchas otras más que surgen en el mundo del albañil), merecemos un poco más de respeto, y el derecho a que se nos pague un poco más.   



Por otra parte, huelga decir que los aficionados a trabajar con los incómodos agarres de las cuerdas, en plan alpinista, suponen un gran ahorro en el montaje de los andamios, que si han de cumplir normativas, montarlos pueden costar varios miles de euros, para tan solo hacer reparaciones, remiendos, o dar forma constructiva en cosas cuyo coste apenas serían unos centenares de euros. Paradojas de la vida. 





Veamos algunos vídeos encontrados en el You Tube de muestra de esos trabajos de vértigo (claro que hay algunas empresas especializadas para eso, basándose el las cuerdas y demás útiles y protecciones que se usan en el deporte del alpinismo -escalada de montañas en vertical-):





martes, 18 de junio de 2013

REPLANTEO DE LA OBRA VISTA Y COLOCACIÓN DE REGLAS EN LAS ESQUINAS. MÁQUINAS DE CORTAR OBRA VISTA




Teniendo ya seca o casi seca a base del suelo sobre la que se asentará la obra vista, o demás modalidades de ladrillo, las marcamos con unas líneas de azul de tiralíneas, y luego los ladrillos en seco las repartimos de modo que de un extremo al otro el ladrillo termine entero o medio por la parte que ha de ser más vista, con las juntas más o menos gruesas, hasta que encajen bien repartidas con las medidas indicadas en los planos. Una vez bien puestos y repartidos los ladrillos, se marca en el suelo una línea indicativa del lado de la junta donde acaba. 


Se ponen los ladrillos e los dos extremos, para que fuera de esos dos extremos poder clavar un par de piquetas con los hilos bien tensos, que sirvan de guía para la colocación ya en mortero de los primeros ladrillos de obra vista, recogiendo los que ya están repartidos, y colocándolos tal como están de repartidos, y con el grueso de la justa escogida, tras un cálculo aproximado de lo que tiene que ser de grueso la junta para que los ladrillos lleguen enteros a la altura deseada.

 

Una vez hecha la primera hilada, en los extremos se levantan ya 2 o tres hiladas más, para que sequen y que han de formar lo que será la esquina para el soporte de los reglas que se aparecerán con yeso y bien aplomados en los dos extremos. Sólo o auxiliado de un peón, hay que tener cierta destreza en colocar bien aplomados los reglas, comprobando sus respectivos lados con la plomada, de la cual al tocar un extremo, para que con el de abajo la plomada casi toque la regla y deje pasar algo la luz con una distancia parecida al grueso de una delgadilla hoja de papel. Si el peso de la plomada toca la regla, es que no está bien. Con unos trozos de ladrillo acantonados, se pegan con yeso con la esquina de la pared y el regla, hasta que tome la forma de que estará bien agarrado e inmóvil a plomo el regla propiamente dicho.

 

Una vez colocados los reglas, se marcan los niveles de cada hilada, ya bien calculadas, y con auxilio del metro, que es por donde tensaremos el hilo de línea, por cada nueva hilada que levantemos. Para calcularlo, supongamos que queremos dejar un centímetro de junta, pues hay que sumar la altura del ladrillo visto a colocar más el centímetro para la junta del ladrillo, y dividirla por la altura que queremos dejar el acabado, y si sale alguna diferencia, esa diferencia se tendrá que repartir entre la cantidad de hiladas, que suelen ser de fracciones de milímetro, para que el acabado encaje bien. 


Una vez calculada la medida definitiva que tiene que hacer cada hilada, marcar cada una de ella, sumando una sobre otra con una calculadora y auxiliándose con un metro que desde el extremo sostendrá inmóvil un peón. 


Es importante dejarlo todo bien marcado y luego comprobar por medio de nivel láser si las rayas de las hiladas coinciden entre todos los reglas aparedadas con yeso, aunque antiguamente se comprobaba con nivel de manguera, que naturalmente estaba basada en la ley física de vasos comunicantes, cumpliendo los Principios de Pascal (que quienes no sepan qué es eso, tampoco tiene importancia hoy en día que ya todos los niveles se miran y comprueban con láser, que son más prácticos, fiables y seguros, ya que si la manguera de nivel está deformada, o dentro se han formado burbujas o la pisa alguien, no da la indicación exacta.


Claro que quien todavía siga usando los viejos niveles de manguera, las tendrá que volver a rellenar de agua cada vez que lo utilice, para asegurarse de que no se han formado burbujas en el interior, aunque sé el caso de un albañil que conozco que para hacerlo más visible, lo rellenaba de vino, aunque tampoco eso es solución, ya que dentro de la manguera queda manchado el color del vino.. De esta manera todo ya bien marcado, se puede construir a toda prisa y sin el temor de que se cometerán errores, ya que todo está bien calculado y marcado.

 

Antes de que se seque completamente el mortero de la obra vista, hay que refundir las juntas al gusto pretendido con un trozo de varilla redonda doblada, y limpiar las manchas de mortero de la obra vista con un esparto o un cepillo. 


Si se deja que el mortero se seque (como muchas veces hacen los albañiles o peones chapuceros), luego limpiar el ladrillo se convierte en una pesadilla, y al final hay que recurrir a soluciones químicas de desincrustante, con lo cual no vale la pena perder el tiempo por pereza o por quedarse un tiempo más en la obra.

 

Se recomienda siempre mojar los ladrillos (sin ahogarlos de tanta humedad), porque así el mortero se coge mejor, y queda más fuerte y adherido, formando una pared más sólida. Aunque hay albañiles que para ganar en prisas y lograr que el mortero se seque antes y manche menos los ladrillos, pues no los mojan, siendo luego más fácil y rápido de limpiar, eso sí, pero la pared caravista aunque se ve igual de bonita una vez acabada, queda mucho más floja, y presta más fácil de derruir en el futuro.  


 



Cuando construimos una casa o un bloque de pisos de obra vista, ponemos en la miles de ladrillos de cerámica "caravista", un ladrillo mucho más caro que el típico gero o la típica tochana, y en el caso de los pisos incluso llegamos a colocar millones de esos ladrillos. Pero esos ladrillos no son siempre enteros que se colocan: siempre hay sitios que precisan corte, sea por pasar al lado de un pilar, o por llegar a una distancia que requiere corte, y como las hiladas alternas se repiten, pues urge la necesidad de cortar miles de la ladrillos de la misma forma.


Para hacerlo, se usa una máquina de mesa, de cortar con sierra tipo rubí o diamante, con la correspondiente pasada por agua (que impide que se levante el polvo, aunque no del todo), poniendo clasificados en diversos palets, las diversas piezas cortadas en la forma deseada, que pasan a ser por miles. Para eso se precisa de un peón especializado y con cierta capacidad de cortar bien empleando las dos manos.


Recuerdo que cuando yo era peón, más de una vez me tuve que pasar todo el día tras la máquina de cortar obra vista, cortando miles de ellas sin parar. En la máquina, que debajo tiene como una caja con agua por donde pasa el disco, de tanto cortar al final se te convierte en una caja llena de barro que cuando ya está llena, hay que quitar ese barro procedente del corte de la obra vista y limpiarlo.


 Claro que como al cortar el ladrillo siempre te mojas, te hace falta trabajar con los guantes de goma puestos, así como el traje impermeable, ya que te salpica bastante por el cuerpo, así como las botas de agua, unas gafas de protección, una mascarilla de cubrir la nariz (que nunca cubre del todo y al final de la jornada se te forma dentro de la nariz como una costra de mocos con barro pegado) y un sombrero para protegerte del polvo. Casi pareces un buzo cuando tienes que ponerte esta vestimenta, y la cara se te queda roja y sucia por el polvo y el barro. Y por si fuera poco, todo el día aguantando el horrible ruido del corte, que al llegar la noche se te hace difícil de dormir. 


Por eso esta es una de las faenas más desagradables de la construcción, pero que tienen que hacerse, o la obra vista no avanza. No digo que siendo peón, pero ya incluso siendo oficial también tuve que dedicarme muchas horas en el corte de la obra vista, hasta formar una buena montaña de piezas cortadas, para luego disponer de materiales con las que levantar las paredes de obra vista. Un trabajo muy sacrificado que muy poca gente conoce, y por eso son muy pocos los que quieren hacerlo. 


Cuando cortas, hay que cortar despacio y sin hacer demasiada fuerza, ya que de no ser así, el disco de diamante (que es bastante caro), se desgasta; mientras que si se corta bien, un disco puede durar mucho tiempo, incluso un par de años de cortar sin parar, antes de cambiarlo por otro nuevo. Naturalmente es la mano de obra chapucera y su mala técnica en el corte la que hace que los discos se desgasten rápidamente y precisen ser recambiados. 


Por la noche inevitablemente tras quitarte la ropa bien sucia con polvo de arcilla del ladrillo de obra vista, tienes que ponerte en la ducha y lavarte con gel y champú, por lo menos dos veces seguidas, ya que es tal la suciedad pegada en la piel y en los cabellos. Como ya dije: ¡una faena horrible!.


Ya cuando era jovencito que empecé como peón, y me pasé por lo menos tres días seguidos cortando montañas de obra vista, le dí tanta lástima al jefe cuando me vio tan sucio, que me ordenó dejar de cortar y hacer que esos trabajos fueran turnándose los distintos peones, es decir, haciendo rotaciones, ya que nadie quería ponerse a cortar con la infernal máquina. 


Lo cuento porque seguro que quien vive en alguna vivienda de obra vista, no creo que sepa demasiado de ese detalle del ruido, polvo, tormentos y sudores que ha costado tener que levantar el hábitat donde vive. Y cada vez que vez el dichoso edificio de obra vista, ya terminado con el paso de los años, se te hace inolvidable pensar en las montañas de obra vista que cortaste, y en los miles de ladrillos ahí colocados que pasaron por tus manos. 



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YA SE HAN INVENTADO LAS MÁQUINAS QUE PONEN LA OBRA VISTA. VEAMOS UNA DE ELLAS: 















domingo, 16 de junio de 2013

COMPARATIVA DE SUELDOS CON LOS DE LOS ALBAÑILES EN ESPAÑA

 


A decir verdad, eso es complicado de decir con exactitud, porque en realidad son mucho más bajos de lo que exponen indicadores oficiales o de revistas con el caso de la XLSemanal, de donde extraigo (copiando y pegando esa lista de profesiones junto con lo que es más o menos los salarios que perciben mensualmente en la actualidad). 


A decir verdad, de los pocos trabajos que aún quedan de albañilería, en la actualidad se pagan muy poco, se trabaja menos horas (el máximo legal de 8 horas, cuando antes la costumbre era hacer 10 horas diarias o más, para ganar extras), hay que rendir más, y por si fuera poco, además tener que callarse, que la cosa no está para quejas, ya que quien no esté contento, tiene abierta la puerta para marcharse. Y de las otras profesiones digo lo mismo: tampoco es del todo cierto lo aquí expuesto, pues por ejemplo, a un diputado habría que añadirle dietas y demás complementos, cosa por lo general inexistente en el caso del albañil. En fin, que no se de dónde saca los datos la revista.

 

No obstante, a la hora de interpretar los sueldos, hay que tener en cuenta que dentro de la zona Euro hay bastante discriminación salarial, ya que para llenar el carro de la compra, cuesta más o menos lo mismo en toda la zona de circulación del euro, mientras que los salarios pueden ser hasta 3 o 4 veces mayores en, por ejemplo, Alemania, en comparación con España. Y no digamos de los costes de los alquileres, que en ambos países mencionados pueden llegar a ser bastante igualados, según qué lugares, con lo cual España es un país carísimo donde vivir, y encima con sueldos demasiados bajos, y una presión fiscal (impuestos) demasiada alta en términos comparativos

 

Os dejo con la lista que copio, pego e inserto en esa entrada. Empezaré por el sector de la aviación, dominado por la todopoderosa mafia corporativista de los pilotos y controladores aéreos, uno de los que mejor se aprovechan del derecho constitucional a la huelga para tener el país en jaque y poder cobrar esos escandalosos sueldos, sobretodo cuando llegan épocas de Navidades, y vacaciones de Semana Santa o de verano. Y los demás, siguen del más al menos, para comparar, aunque no hagáis mucho caso de estos datos: muchísimos albañiles con suerte de tener algún curro, no llegan ni a mileuristas, a pesar de lo duro de la profesión, y con esto incluyo incluso a los encofradores.


·  Piloto:15.580

·  Copiloto: 8.750

·  Presidente del Gobierno: 7.500

·  Notario: 5.558

·  Médico: 4.993

·  Juez: 4.600

·  Diputado: 4.500

·  Catedrático: 3.830

·  Auditor: 2.775

·  Obrero cualificado (Encofrador) : 2.600

·  Abogado: 2.510

·  Ingeniero: 2.230

·  Marketing: 1.990

·  ATS: 1.890

·  Comercial: 1.840

·  Recursos humanos: 1.800

·  Internet: 1.680

·  Profesor de instituto: 1.670

·  Traductor, intérprete: 1.600

·  Camionero: 1.580

·  Empleado de banca: 1.520

·  Auxiliar de vuelo: 1.500

·  Funcionario: 1.477

·  Diseñador gráfico: 1.425

·  Relaciones públicas: 1.423

·  Soldador: 1.410

·  Albañil: 1.390

·  Cocinero: 1.335

·  Administrativo: 1.320

·  Contable: 1.200

·  Periodista: 1.190

·  Camarero: 1.166

·  Dependiente: 1.079

·  Teleoperador: 886


·  Pensionista: 843


jueves, 13 de junio de 2013

CONSTRUIR UN MURO DE LADRILLOS





Para algo nos llaman a los albañiles "los currantes del ladrillo", ya que esa es una de las tareas más comunes de ese oficio. Como todos sabéis, hay distintas clases de ladrillos, cada cual para su caso específico, y ya sabéis también las distintas partes del ladrillo: el canto (la parte larga), la testa (la parte corta), y la tabla (la base superior), que sirve para describir cada una de las partes, según cómo se desee poner el ladrillo y la forma que tenga.
 Otro tema es el de los aparejos,  de los que hay de diversa formas, aparte del conocido aparejo español, que luego vienen otros llamados flamencos, inglés, holandés, etc...., cada cual de su forma distinta, que sirven para romper la monotonia, embellecer, y al mismo tiempo, como no se cruzan las juntas, tener una construcción (fábrica de ladrillo)  más cohesionada.

 También existe la manera de ponerlos a sardinel, tanto para dejar mejor acabado y rematado en la parte superior, como para formar un dintel de ladrillos en la partes superior de una ventana.


 La técnica de construcción de un muro de ladrillos macizos es similar al de las piedras. Lo esencial para que un muro sea sólido es escoger un montaje adecuado, y velar por la horizontalidad y la verticalidad.

 

 EL MONTAJE

Para las pequeñas construcciones, se adoptará generalmente un montaje de ladrillos español: se colocan dos ladrillos lado con lado, planos, a lo largo, después un ladrillo a lo ancho, y así sucesivamente (el ancho es igual a la mitad del largo). 


Se procederá de la misma manera para la hilada superior. 


Se pueden realizar otras disposiciones: el montaje flamenco, por ejemplo, consiste en colocar una hilera doble de ladrillos a lo largo, después una hilada de ladrillos a lo ancho. 


Si el muro es muy ancho, se adoptarán montajes más complejos, pero todos basados en la intercavación de las juntas.

 

LA PREPARACIÓN DE LOS LADRILLOS

Deben estar limpios (sin tierra ni yeso) y en buen estado. Los ladrillos resquebrajados se rechazarán: se reconocen golpeándolos con la paleta, si tienen un sonido claro están intactos. 


Antes de colocarlos, sumergirlos en agua para que se empapen. Los ladrillos secos absorben el agua de la mezcla del mortero, lo que puede producir una fragilidad en la construcción.

 

 LA COLOCACIÓN

Se comenzará colocando ladrillos en una extremidad. Aplicar una capa de mortero bastardo con la paleta. Éste debe ser suficientemente untuoso y flexible (evitar los morteros de cemento puro). El ladrillo se coloca encima directamente, lo que significa que el mortero debe ser suficiente para sobrar en cada lado.

 

Vigilar la alineación. Utilizar un cordel extendido sobre los postes colocados en cada extremidad del muro: el cordel se monta sobre el poste de hierro y a medida que se va elevando el muro. 


Cerciorarse de que los ladrillos están alineados. Si hay alguno que sobresale, dar unos golpes con el mango de la paleta para hacerlo bajar. Si estuviese muy bajo, sacarlo, añadir mortero y volverlo a su sitio. 


Si el mortero no refluye lo suficiente entre dos ladrillos vecinos, poner un poco en las juntas. Se puede poner un poco de mortero en la punta del ladrillo antes de colocarlo.

 

Una vez que haya montado algunas hileras, verificar la verticalidad con ayuda de una plomada. Si el muro es muy elevado, se tiene que dejar colocada la plomada para que se realice correctamente la elevación, dejando puestos dos reglas a plomo en los extremos de la pared a levantar, por ejemplo. No lo hagas a ojo, te llevarías una desilusión.

 


 LAS JUNTAS

El espesor normal de las juntas en una pared de ladrillos visibles que no se va a recubrir es de 1 centímetro aproximadamente; puede ser un poco más grande si el muro se recubre.


La regularidad de las juntas es esencial para que el muro tenga un buen aspecto. Lo más sencillo es utilizar pequeñas varillas de corte cuadrado que se colocarán al borde de la hilera (una de cada lado); el espacio entre las varillas se rellena con mortero. Una vez colocada la hilera puedes proceder a retirar las varillas.

 

También se pueden utilizar pequeños calces de 1 cm de altura que se colocan para cada ladrillo. Los profesionales lo realizan a ojo, ya que la colocación de las varillas les hace perder tiempo. Sin embargo, tienen la ventaja de que las juntas quedan completamente regulares.

 

El acabado de las juntas: cuando el muro ya está acabado, las juntas forman cruces (espacio dejado entre las varillas). Para obtener un efecto decorativo se debe realizar un rejuntado de acabado consistente en poner un poco de mortero y darle forma.

 

Las juntas pueden ser circulares, en forma de cruz, en bies, en tabiques (derechos), o moldeadas con diversos perfiles. Nunca deben sobresalir. Para realizar las juntas hay que cepillar el fondo con un cepillo duro y se humedece. Depositar un cordón de mortero hasta el interior de la cruz, y darle forma alisándola con un hierro de juntas. Para algunas paredes decorativas, se usa mortero blanco (o coloreado). Limpiar enseguida los restos de cemento de la pared, que puede ser con una esponja, esparto o cepillo.

 

LAS EFLORESCENCIAS

A veces aparecen en las paredes de ladrillos visibles unas manchas blanquecinas. Se trata de sal proveniente de los materiales de construcción que afloran a la superficie durante el secado. 


Para quitarlas, se pueden lavar con agua clara, que las disuelve. Si las manchas persisten después del lavado, se le añadirá al agua un poco de ácido clorhídrico.

 

EL CORTE DE LOS LADRILLOS

Se realizará con la ayuda de un martillo, de un cincel, o de una sierra especial. Comenzar por trazar el corte con una tiza y realizar un corte en los cuatro lados imprimiendo pequeños golpecitos con el martillo. Separar enseguida los dos pedazos con un golpe de maceta.

 

 COLOCACIÓN DE LADRILLOS HUECOS

La técnica de base es la misma que para una pared de ladrillos macizos; pero el trabajo es más fácil y rápido ya que los elementos son mayores. Las construcciones de ladrillos huecos deben recubrirse: se puede entonces adoptar un espesor de 2 cm para las juntas si se desea.

 

El montaje es más sencillo, pues los ladrillos huecos se colocan siempre a lo largo y nunca a lo ancho. 


Se suele realizar un doble cordón de mortero untuoso a cada lado de la hilada precedente, y después se colocan los ladrillos encima, dando pequeños golpes con el mango de la paleta. Se debe respetar el principio de las juntas rotas.

 


En el interior, los ladrillos huecos se montan generalmente en yeso. 


La base del tabique se coloca sobre una base (lo más corriente una cuña de 5 cm de espesor) que da al tabique cohesión. Vigilar con regularidad la verticalidad.



LA CONSTRUCCIÓN DE DINTELES O CARGADEROS

El dintel es la parte superior que cierra transversalmente el hueco de las ventanas, que generalmente suele ser unas vigas o viguetas con suficiente carga en ambos lados, o bien puede ser una piedra colocada encima que hace las veces de viga o dintel.

Sin embargo, el albañil puede hacerse el propio dintel con los mismos ladrillos, poniendo una madera aguantada por otro par de maderas, como podéis ver el la foto de arriba, o bien con ladrillos que sostienen la madera, y encima añadís el mortero, con por lo menos tres varillas que formen el alma de la junta, y que por lo menos con la suficiente carga en ambos, de unos 15 cms y a continuación poner encima los ladrillos. Y las siguientes dos o tres hiladas, repetir la operación de ponerles varillas en las juntas que carguen en ambos lados de lo que será la ventana, y de esa forma se produce un efecto dintel o viga. 



A continuación os pongo el vídeo "como pegar ladrillos por Marcelo Galaz". Es un poco para reírse, porque a esa lentitud no se construye, y en España, como norma poner ladrillos así tendría que ser un mínimo de 40 ladrillos, aunque los albañiles buenos duplican y hasta triplican la colocación de ladrillos así como podréis ver en el vídeo en una hora. Pero igual lo cuelgo porque el vídeo me pareció curioso y al mismo tiempo gracioso: