
El pladur (son como unos tableros de yeso laminado) es algo tan reciente, que la inmensa mayoría de los albañiles apenas lo ha trabajado, de modo que es más bien de especialistas en su montaje, sobretodo yeseros reconvertidos en colocadores de pladur.
Tienes sus ventajas e inconvenientes. Empezaré por las ventajas: su colocado es a base de soportes estructurales de metal, donde se atornillan con unos tornillos especiales de atravesar metal a golpe de tornilladora, luego poniendo en su interior tubos de electricidad, agua, etc… aparedados a veces con yeso, y lo mismo las cajas de interruptores o enchufes, luego cubierto de aislante de fibra de vidrio, para ser tapada con otras laminas de pladur, supone una rapidez nada comparable a hacer la pared de obra, con la suciedad y las regatas que ello supone, y el capítulo siguiente de enyesar las paredes, con todo el tiempo y suciedad que ello conlleva. Claro, que luego hay que unir las partes del pladur con una especie de celo de papel y pasarle como una masilla de yeso especial para tapar todos los agujeros, grietas o golpes picoteados y dejarlo bien fino e uniforme (si conviene se pasa con un lijado sobre dicha masilla), para finalmente pintarlo. En la época del boom, que interesaba acabar el piso cuanto antes para venderlo, el método de rápidez de la colocación del pladur interesaba mucho para un beneficio rápido.
Su inconveniente es que le das un golpe, y siempre suena a hueco, como si con un fuerte golpe diera la sensación de que tiramos la pared abajo. No parece aislar demasiado el ruido de la habitación de al lado, si lo comparamos con las paredes tradicionales. Y cuando quieres colgar algo en la pared, no puedes, a no ser que sea un cuadro pequeño que pese poco, porque no podrás poner, por ejemplo, una estantería colgante o un soporte para la televisión plana, porque la fina capa de pladur no soporta el peso, y el taco tiene un agarre insuficiente en medio de un material tan blando como el yeso.
A veces, para dejar una pared más fuerte, hay que dejar doble capa de laminado, o bien poner un laminado de pladur más grueso, cosa que los colocadores se ahorran, para ahorrar más gasto de material, y para terminar la faena más rápidamente, naturalmente.
Será ideal para oficinas, algunos hospitales, centros comerciales, y en general lugares en la que esa pared pueda tener una vida limitada para luego poder cambiar la distribución interior a gusto, ya que el pladur es desmontable y no produce las runas propias de los derribos. Pero en todo caso, a mi modesto entender, lo ideal y lo mejor siguen siendo las sólidas y fuertes paredes de tochana o tabique del 5 ó del 7. Así que entre los partidarios o no del pladur, me quedo con que cada caso es o no es aconsejable una cosa u la otra. Cada cual escoja como más le convenga, sobretodo calculando precios, que entre elegir la construcción un tipo de pared de pladur o de obra, el precio puede variar considerablemente.
Y recordad siempre el famoso dicho que las paredes oyen....
...y yo añado que las de pladur tienen un oido muy fino.

Y puestos a decir que todo tiene sus ventajas e inconvenientes, diré además que el pladur son unas piezas grandes, y si ha que hacer reformas en pisos altos, son de difícil transportar tanto por ascensores (que no caben), como por escaleras (de muy mal subir). Mientras que los ladrillos de cerámica al ser piezas más pequeñas en comparación, siempre existen medios para subirlas, sea por ascensor, a mano por escaleras, o empleando correa-polea o montacargas. Claro que hacer paredes de tabique requiere preparado de mortero, producir runa y suciedad que luego hay que limpiar, y mayor tiempo, ya que además luego requerirá la capa de enlucido sea en mortero o en yeso. Por otra parte, la colocación del pladur requiere primero poner los elementos metálicos que sujetarán las planchas de pladur con los correspondientes tornillos penetradores de metal, y luego el masillado tanto de las juntas como de los tornillos visibles, así como masillado de las partes que se vean abolladas, para su posterior lijado antes de darle la mano de pintura, lo cual también genera runas de trozos metálicos de la estructura, trozos del cartón-yeso propiamente del pladur, etc.. Claro que el pladur se puede hacer encima mismo del pavimento ya revestido de gres, con lo cual si otro día se quiere derribar la pared del piso o vivienda, en el suelo se puede seguir viendo la armonía del mismo pavimento con las piezas de gres en su sitio. Dicho en otras palabras, el pladur puede ser una pared de monte y desmonte de la misma para aprovecharlo en otro sitio lo que quede aprovechable, mientras que la de ladrillo, es derribo de la misma terminando siendo material de desecho (runa ).
Hay que tener en cuenta que el pladur tiene el inconveniente que al ser
yeso-cartón, no soporta la humedad, y la pueda absorber del suelo cuando se
friega, por ejemplo, o incluso con la propia humedad ambiental de lugares donde
llueva mucho, que puede hacer que aparezcan como abolladuras en la última capa
de papel de la composición de cartón-yeso del pladur, que le da una fea apariencia
como una costra debajo del pintado. Por otra parte, normalmente el zócalo del
pladur muchas veces acostumbra ser de madera, en vez de cerámica, cosa que
permite una mayor penetración de la humedad cuando se friega el suelo, por
ejemplo. También que es una
pared que da muy poca apariencia de solidez, ya que basta darle algún golpecito
para notar la falta de solidez, aparte de que es un tipo de pared que, como ya
he indicado más arriba, no puede soportar muchas cargas, por ejemplo, a la hora
de colgar una estantería con tacos. Claro que algunos dirán que se le ponga
doble capa de planchas de pladur, que igualmente no se nota la solidez (y ojo,
es una de las más extendidas razones de fraude, pues como no se puede ver ni
saber las capas de pladur que hay, muchos pisos se han facturado como doble
capa, cuando en realidad es una sola capa, y uno no va a arrancar la pared para
poder comprobarlo. Cada cual escoja lo que crea mejor para su caso particular,
aunque yo personalmente para mi vivienda escogería siempre la tradicional
tabiquería de cerámica, ya que la considero más sólida y mejor en todos los
aspectos.