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jueves, 13 de junio de 2013

CONSTRUIR TABIQUES DE PLANCHAS DE YESO




Con planchas de yeso se monta rápidamente un tabique, acondicionando  así fácilmente un espacio interior. Una vez colocadas, las planchas pueden recibir el revestimiento mural que  prefiera (pintura, papel, tela, azulejos).

 

Determinar el emplazamiento del tabique (tener en cuenta las aberturas, puertas y ventanas) y trazar en el suelo la línea de colocación, perpendicular a las otras paredes.


Montar la primera hilada, asegurar la unión de las planchas con el suelo con una cola especial. Colocar las planchas con la ranura hacia el suelo.

 

Verificar la horizontalidad a medida que se van colocando las planchas. Realizar las juntas verticales con ayuda de una cola especial para yesos para las juntas.

 

Montar las filas siguientes desplazando las juntas de una hilada a la otra. Vigilar la verticalidad. La unión entre las hiladas se realiza también con cola de yeso, nunca con yeso solo. Las ranuras  y las lengüetas que presentan las  planchas favorecen el ajuste.

 

Depositar la cantidad de cola-yeso necesaria para la unión en el costado de la plancha y colocarla sobre los otros elementos inferiores, aplicando con fuerza. La cola-yeso a veces sale y el sobrante se debe quitar enseguida, antes de que se endurezca.


La colocación por juntas rotas implica el corte de las extremidades de las planchas. Utilizar una sierra corriente, o uno para hormigón celular. 


En la última hilada se pueden colocar las planchas verticalmente, de esta forma evita golpes o una unión con el techo con trozos pequeños. Si quiere integrar un marco en el tabique, será necesario que los perfiles puedan recibir las planchas. Montar el marco antes de comenzar a colocar las planchas y mantener el encuadre (con la ayuda de un travesaño) para evitar deformaciones como consecuencia de la colocación de las planchas.

 La unión del marco al tabique se reforzará con patas de empotramiento dispuestas  en las juntas (3 patas es suficiente  para la altura de una pared). Si el marco tiene un renvalso, colocaremos el costado de la plancha en éste. Sin renvalso, la unión (con cola y patas de empotramiento) se recubrirá, a todo lo alto, con un cubre juntas.


La unión con el techo se realizará después del encolado. Para ello se colocará un material resistente en la parte del techo que entra en contacto con el tabique. Encolar esta parte con el producto utilizado para el montaje de las planchas.


El espacio entre este lado de unión y la última fila debe de ser de 2 cm, y se rellenará de cola. Para acabar, recubrir las juntas del lado con papel (que se usan también para las planchas de yeso) o calicó. Las uniones con el techo o con otros tabiques se pueden disimular con la ayuda de un cubre juntas o de un listón de madera o de metal.

 

ATENCIÓN: si el tabique se tiene que montar en una cocina o en un baño, se realizará una base para prevenir la humedad. Esta base puede estar constituida por hormigón de 2 cm de espesor o de un perfil plástico en forma de U. Este último se fija al suelo con clavos.

 


También es posible montar la primera hilada del tabique con planchas especialmente tratadas, resistentes a la humedad. Pedir información al vendedor o proveedor

lunes, 10 de junio de 2013

LA SOLIDIFICACIÓN DEL YESO


El yeso comienza a solidificarse a los 4 ó 5 minutos. La pasta se cuaja y aumenta la temperatura. En este momento parar de remover y aplicar inmediatamente el material. Colocar un poco en el esparavel y ponerlo con la paleta. Se dispone de unos veinte minutos para aplicar completamente toda la cantidad preparada.

 

Una vez que ha comenzado a fraguarse no se puede utilizar ese yeso.

 
Sobre todo, no batir una segunda vez, ya que obtendrá un yeso muerto que no se endurecerá.



ELIMINACIÓN DE LOS GRUMOS DE YESO


Si se vierte el polvo poco a poco, removiéndolo continuamente, no se nos formarán grumos en la mezcla. Si pese a todo, se han formado algunos, la única solución consiste en deshacerlos con las manos. Debe enjuagarse inmediatamente las manos para evitar quemaduras por las reacciones químicas de los componentes del yeso.

LA MEZCLA DE YESO



La regla de oro consiste en verter el yeso en el agua (nunca el agua sobre el yeso porque se producirían grumos). El yeso se debe espolvorear en  una lluvia fina, removiendo siempre el agua con la paleta, sin parar. Cuando ya se haya echado todo el yeso, batir enérgicamente.
 

Una vez realizada la mezcla, no se puede añadir agua ni yeso porque de lo contrario la pasta no será uniforme.
 

Se debe mezclar de forma muy enérgica para obtener un pasta homogénea. Si la cantidad a preparar es importante, mejor utilizar un mezclador, adaptado a un taladro, que le permitirá trabajar con mayor rapidez.

 

Una herramienta ingeniosa y tradicional es la una forma de palo en “T” que puede fabricarlo  mismo uniendo en forma de T dos tacos de madera (uno más largo que el otro). Poner clavos grandes en el taco pequeño y pasar un hilo de hierro clavo por clavo, reliándolo en otro colocado en el taco grande. Este utensilio le permitirá remover rápidamente la mezcla en el cuezo.


LA DOSIFICACIÓN DEL YESO




Para los trabajos normales (revestimientos poco espesos) se mezcla agua y yeso a proporciones iguales. Se obtendrá una pasta más bien líquida que se puede aguantar en la paleta. Para los trabajos de empotramiento, hacer una capa de yeso más gruesa. Se puede mezclar 2 ó 3 partes de yeso por una de agua.
 

Para los revestimientos importantes, los maestros yeseros utilizan un yeso muy fluido:  ó 1,5 partes de yeso por 2 de agua. Este yeso líquido es, sin embargo, muy difícil de colocar (permite obtener revestimientos muy duros).


Por lo general, hay dos maneras de hacer el yeso: 

1.- el espeso, que se ha de colocar enseguida, ya que se seca enseguida: tapar agujeros, aparedar algún ladrillo, ect..

2.- El claro, que necesita su tiempo para que se espese y entonces poder utilizarlo, generalmente en los enlucidos.  Luego se pasa la llana para rellenar donde falta y raspar por donde se forman panzas, cosa que también se puede hacer con una regla. Claro que para facilitar eso existen los yesos retardados, que tardan más en ponerse espesos y en secarse.


Claro que lo de dejar bien alisada y uniforme la pared precisa de mucha pericia y experiencia de yesero, oficio por el cual hay que empezar como aprendiz o peón, y observar bien cómo lo hacen los maestros yeseros su arte del enyesado, ya que suele ser un material muy incómodo de trabajar y muy sucio.

LA ELECCIÓN DEL YESO




Los fabricantes proponen una gama muy extensa de productos. Conviene leer atentamente las instrucciones contenidas en los sacos para no utilizar un yeso de moldeado (muy fino y caro) para los empotramientos o revestimientos.

Algunos yesos contienen aditivos que modifican las cualidades del producto. Se trata normalmente de retardar la solidificación para disponer de un mayor tiempo de colocación. Estos retardadores se pueden comprar aparte e incorporarlos en el momento de utilizarlo. Por otra parte, existen productos que mejoran las cualidades mecánicas y de plasticidad del material.

CANTIDAD DE YESO A PREPARAR



Si es inexperto y novato le resultará muy difícil calcular las cantidades, es un hábito que se adquiere con la experiencia. De todas formas, hay que empezar preparando  pequeñas cantidades, y preparar una segunda mezcla si se ha quedado corto. Si  se mezcla un cantidad muy grande, se tendrá que tirar una parte porque ya no se podrá aplicar el yeso que ya ha comenzado a fraguarse y secarse.


Se suelen prepararse con pasteras que se llenan de agua y que generalmente con el contenido de un saco es suficiente, y se remueva el yeso con un palo en forma de T, preparado expresamente para la ocasión, hasta que empiece a espesarse y está a punto para ser puesto en el enlucido de paredes con llana muy grande.


Normalmente se suele empezar por el cielo raso, ya con los andamios de yesero preparadas o poniéndose en los pies unos subidones metálicos que los hace parecer casi acróbatas.


Ese primer yeso que se coloca suele ser bastante tosco, lo cual tras alisarlo y rayarlo para dejar las paredes más uniformes, requiere la colocación de yeso fino o muerto, que es un yeso que se repite el remenado varias veces echándole agua y en lo que los sedimentos quedan depositados abajo y en la parte superficial sale lo más fino del yeso, que servirá para tapar los poros, rayadas y demás irregularidades de la primera capa de yeso tosco o normal.


Ese yeso fin habrá que pasarla con una llana muy fina, recta y cuidada, y algunas que son expresamente para eso suelen ser de plástico, ya que aportan cierta flexibilidad a la pasada. Y según cómo esté la pared, se recomienda a veces pasar dos y hasta tres capas de yeso fino, hasta que el acabado quede bien.


Por otra parte, el esparto rociado con yeso o escayola, sirve para formar sujetantes o inmobilizantes de las distintas aplicaciones del yeso, por ejemplo, para empalmar placas de yeso por la parte no vista, o para unir techos de bovedillas con el falso techo de yeso, hecho con placas de yeso.

LOS PRODUCTOS A BASE DE YESO




Los revestimientos vendidos en polvo, preparados para utilizar, son a base de yeso. Contienen aditivos que retardan el endurecimiento y modifican las cualidades de resistencia mecánica y de plasticidad. Son más fáciles de mezclar y colocar que el yeso puro. Se puede utilizar para los pequeños trabajos siguiendo las instrucciones del paquete.  Pero de todas formas, una buena mezcla es esencial para obtener una buena calidad.


ALERGIAS AL YESO

Antiguamente el yeso se aplicaba como desinfectante en las frecuencias heridas que uno se hacia en las obras. Por ejemplo, si se te producía un pequeño corte y te sangraba la herida, la metías dentro del saco de yeso, y al contacto con el yeso se cortaba el sangrado.

Hoy en día con los yesos se fabrican de otro modo y tienen añadidos otros componentes químicos que llegan a producir alergias en la piel, e incluso quemaduras. Ya se acabaron aquellos tiempos en que usabas la mano para coger el yeso. Hoy en día, si se tiene una piel muy sensible, hay que tomar las precauciones de evitar el contacto con el yeso y utilizar, por ejemplo, unos guantes de goma.



TIEMPO DE REPOSO DEL YESO




Los fabricantes aconsejan que, se respete un tiempo de reposo entre el fin de La mezcla y su colocación. Este tiempo debe ser corto (del orden de 3 ó 4 minutos). En la práctica, aprovechará este tiempo para humedecer el soporte (para que no absorba el agua de la mezcla). En todo caso, es mejor no esperar mucho tiempo porque no tendría tiempo para colocarlo, ya que el yeso se fragua (seca) rápidamente.

PREPARACIÓN DEL YESO PARA ENLUCIR


El yeso, más que cualquier otro material de construcción, exige un producto en perfecto estado. La presencia de impurezas puede llegar no solo a debilitar la cohesión, sino también  modificar la reacción química de endurecimiento.


Por lo general se mezcla en un cuezo o pastera que es una herramienta antigua de chapa o madera, aunque hoy en día también se utiliza de plástico, ya que es más ligero y fácil de manejar. Por defecto, puede usar una cubeta de plástico limpia (enjuagada); son mejores los recipientes cuadrados o rectangulares, ya que así es más fácil sacar todo el yeso que de una cubeta redonda
.

Antes de comenzar la mezcla, la obra debe estar preparada para recibir el material (no olvidar la protección para el suelo o humedecer los ladrillos para el empotramiento).


Es conveniente colocar cerca todas las herramientas que se van a necesitar: paletas para mezclar o para aplicar, llanas para el transporte y el alisado, así como todas la herramienta imprescindibles para remover la mezcla. (mezclador conectado al taladro, por ejemplo).