Ciertamente los albañiles hemos tenido cierta fama de “paletos”, de rústicos “catetos” con pocas luces en cuanto se refiere a los números y las letras. Bastante cateto semi-analfabeto tenemos en el gremio, como para no poner el dedo en la llaga sobre el tema. Hay que aprender y tener deseo expreso de formarse. Insistiré: el conocimiento natural, intuitivo, de los números, así como el sencillo manejo de los conjuntos, permiten adentrarse directamente en las operaciones básicas (sumar, restar, dividir, multiplicar, las tres reglas de aritmética, etc.) con los números naturales, son muy esenciales de conocer, como formación básica de la albañilería, así como conocimientos de la geometría básica, para poder entender muchas de las cosas que se están trabajando dando forma.
La importancia de esos conocimientos matemáticos reside en su utilidad posterior en cualquiera de los órdenes de la vida en la obra, en su objetivo de materializar la construcción encomendada. Es indispensable ese conocimiento mínimo de toda la matemática básica y simple: sin números, sin aritmética, no es posible adentrarse en el entendimiento matemático de muchas cuestiones que tenemos entre manos.
En primer lugar tenemos los dedos de las manos para contar, que tenemos igual cantidad que lo que forman los decimales: un número de 10 dedos. En segundo lugar, quien no se acuerde de sumar, restar, multiplicar y dividir, bien haría en volver a la escuela a que le enseñen tan valiosas lecciones. O por lo menos que les sepan enseñar y entender bien el manejo de una buena calculadora, sobretodo para quienes tienen la cabeza dura como para memorizar las tablas de multiplicar. Y en tercer lugar, aprovecho esa entrada para enseñaros la regla de tres:
En un problema de regla de tres intervienen dos magnitudes y se puede resumir como sigue: si a una cantidad a de la primera magnitud le corresponde una cantidad b de la segunda ¿ Qué cantidad de la segunda magnitud le corresponderá a una cantidad c de la primera ?
Para resolverla se plantea una de las proporciones:
según sea directa o inversa.
Sabiendo esas indispensables bases matemáticas, y teniendo muy buena voluntad e interés en trabajar bien, podéis llegar lejos en el campo de la albañilería, pues todo lo que viene después, en buena parte es improvisación, creatividad, arte,...que uno se va formando con sello propio, después de mamar toda la ciencia, el arte y la esencia de la albañilería que solo se puede adquirir con mucha práctica y duro trabajo.
Por eso insisto, no olvidéis de saber lo básico en matemáticas, porque en el mundo de la albañilería, si se entienden esas matemáticas básicas, sabréis crear y construir cualquier cosa que le deis forma material.
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