miércoles, 22 de agosto de 2012

TARJETA PROFESIONAL DE LA CONSTRUCCIÓN


La dichosa tarjeta que iba a ser obligatoria en el presente año 2012, al final se ha quedado en un no nada. En realidad esta tarjeta no avala ninguna experiencia, ni es garantía de calidad profesional. Es simplemente una tarjeta que avala que has pasado por un curso teórico, no que seas un profesional reconocido como debería de ser, porque la verdad lo que avala de cada albañil es el resultado final de sus obras, la calidad de sus acabados, y eso no se puede demostrar con ninguna tarjeta, por lo que al gran público internauta que leáis esta entrada y estéis interesados en los servicios de algún albañil, no os llaméis al engaño cuando alguien quiera mostraros esa tarjeta. Esta tarjeta no sirve absolutamente para nada, salvo para acreditar que ha asistido a algún curso que tenga que ver con su obtención. Así que no os engañéis ni os dejéis impresionar por la dichosa tarjeta.


Existen muchos albañiles con muchos años de experiencia en el oficio, pero que no tienen estudios, ni títulos, ni sirven ni para estudiar ni para seguir cursos de formación que requieren mucho tiempo y el gasto de los desplazamientos. Y eso no significa que no sean buenos profesionales, porque el del albañil es un oficio manual que se viene mamando después de muchos años trabajando, y no por demostraciones y la práctica de alguna chapuza en las supuestas escuelas profesionales, que tanto se pregona últimamente.


Muchos albañiles, como yo mismo, por ejemplo, tenemos que llevar adelante una familia y estar por la familia, y después de pasarte todo el día en el tajo, que acostumbra a ser más de 10 horas diarias, no hay manera de encontrar el tiempo para poder seguir el dichoso curso consistente en varias docenas de horas (y a veces pueden llegar a las dos centenas, según caso) que es indispensable para obtener la tarjeta. ¿De dónde se sacan las entre 50 y más de 200 horas que puede suponer uno de esos cursos?.


En consecuencia, esa tarjeta sólo certifica o es prueba de que has ido a hacer un curso, pero no que tengas experiencia ni que seas buen profesional. Afortunadamente, y tras apelarla, el Tribunal Supremo ha entendido que no debe de ser obligatoria, pero si voluntaria, por lo que nos ha librado de un lío y de una injusticia a muchos centenares de miles albañiles que no tenemos la maldita tarjeta, y que de haberse legalizado nos hubiera llevado a ofrecer “oficialmente” nuestros servicios como peones, y no como oficiales, aunque en la práctica haciendo los trabajos de oficial a escondidas, negociándolo con el constructor, es decir, cobrando primas aparte por el trabajo realizado, cuando en los papeles se le reconoce con la categoría de auxiliar, subalterno o peón, que no te exigen la dichosa tarjeta.


 Además el Tribunal Supremo entendía que dicha tarjeta atentaba claramente contra el derecho de todo ciudadano a trabajar libremente en lo que quisiera independientemente del sector profesional de donde procediera, y más ahora en esta época de fuerte desempleo en la que hay mucha rotación de trabajadores que provienen de distintos sectores, con lo cual la actitud del Tribunal Supremo nos ha venido como ladrillo al dedo.


Es de sospechar que detrás de esta tarjeta estaba la mano negra de los facultativos (riesgos laborales y aparejadores) para quitarse de encima responsabilidades derivadas de lo que entienden por prevención, y cargarlas contra los sufridos albañiles que han de soportar cada día más normas absurdas, estorbantes e inútiles, y para las que no están capacitados para entenderlas. Es la consecuencia de que en este país todo se maneje por medio de inútiles normativas obligatorias, y no por el libre trabajo de aplicar el sentido común, muchísimo más eficaz y aceptado esto último.

1 comentario:

  1. no estoy de acuerdo al menos con la primera imagen en la que supuestamente hacen "edificios perfectos", existen muchos factores involucrados en la perfección de una obra de construcción, y un aparente estado de perfección inicial, no es indicativo de que esta obra será sostenible en el futuro. Por lo demás la autoconstrucción genera problemas grandes en la sociedad como ocurrió en Ecuador, tras el sismo de abril de 2016. La experiencia de un maestro de obras es importante para el desarrollo de la construcción pero siempre debe estar ligado al trabajo conjunto de los profesionales de la construcción, llamese ingenieros civiles, sanitarios, de seguridad y arquitectos. Es mi humilde apreciacion sin menospreciar el trabajo de nadie, pero creo yo que cada integrante y responsable de alguna obra de construcción juega un rol fundamental en la realización de la misma.

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