Aunque os parezca extraño, las fotos que aquí inserto pertenecen a la construcción de un colegio público en fecha muy reciente del pasado año 2010. Una obra que se debía de hacer en un tiempo record, para que los alumnos pudieran estrenar escuela en el nuevo curso.
No señalaré dónde es, para no dar pistas a los cabrones de riesgos laborales.
Podréis observar que nadie, sean oficiales albañiles o simples peones, trabaja con casco, ni con arnés, ni con estorbantes baranas. Todo eso sería insoportable, incómodo, y tremendamente cansado. Todos trabajan del modo que más le place y que más cómodos se sienten. Como debería de ser. Y no me hablen de prevención de accidentes que todo el mundo está en su derecho a ir con cuidado, pero lo malo es que cuando alguien se accidenta, los medios de comunicación que lo anuncián a bombo y platillo, casi nunca dicen la nacionalidad del accidentado, factor que hay que tener muy en cuenta, para no generalizar ni poner a todos en el mismo saco buscando culpables en los pecadores que pagan por justos.
Y naturalmente ha sido toda una suerte que no se haya metido ningún inspector de Seguridad e Higiene, y haya metido la pata en todo, con los consiguientes problema de retrasos, descontentos y absurdas sanciones. En realidad en los lugares donde más te exigen cumplir las normativas de seguridad e higiene, y en donde más se meten los de riesgos laborales, son los lugares donde más nerviosa trabaja la gente, y por ende, donde más accidentes ocurren,
Aquí podéis ver unos cuantos ejemplos de cómo se trabajaba en la misma obra, dejando un acabado final bastante aceptable, chapuzas aparte. Cliclead sobre las fotografías y las veréis de más cerca;
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