jueves, 18 de octubre de 2012

LOS GRANDES ESTRELLAS DEL CULTURISMO FUERON ALBAÑILES. ARNOLD SCHWARZENEGGER Y FRANCO COLUMBU, COMO EJEMPLO.


En este blog no se ahorra de hablar sobre albañiles famosos. La última vez hablé sobre el general Cipriano Mera, el legendario albañil repúblicano de nuestra triste Guerra Civil española. Hoy quiero hablar del super famoso Arnold Schwarzenegger, y el no menos famoso Franco Columbu (al menos entre los ambientes culturistas). Para quienes se dedican el deporte del hierro (culturismo), la albañilería a pesar de ser trabajo duro, es faena de coser y cantar, por eso la albañilería había sido buena salida profesional para los que son amantes del culturismo, que es el deporte de forjar , agrandar y pulir los músculos mediante ejercicios repetitivos de levantamiento de pesas, sea con barras, mancuernas, poleas, y los aparatos cada día más sotisficados que tiene la función de ejercitar los músculos. En la medida que se entrena con el paso cada vez más grande, igualmente más grande se va haciendo el músculo hasta llegar a su límite.

A Arnold Schwarzenegger se le conocen los siguentes oficios: de jovencito vendedor de helados por cuenta propia; aprendiz de vidriero y de serradora; dependiente de tienda; en el ejército motorizado austríaco aprendió mecánica de arreglar motores mientras cumplía servicio militar;  administrador y entrenador de culturismo en gimnasios alemanes; vendedor de botes de proteínas para culturista, así como revistas, vídeos, instrumentos de entreno, etc…; el negocio de albañil (unos 4 años, asociado con su compañero de culturismo Franco Columbu); el negocio de venta por correo sobre artículos relacionados con el culturismo libros y vídeos incluidos y no sólo mancuernas; la compra-venta de fincas (inmobiliaria); el de actor de cine (su faceta más conocida); demás negocios financieros, incluso hostelero compartiendo sociedad de los restaurantes Planet Hollywood junto a Sylvester Stallone y Bruce Willis como principales socios capitalistas; y finalmente también de político como gobernador de California “el governor-terminator”, o mejor dicho “el gobernator”, como le llamaban (por lo que renunció cobrar sueldo público, ya que era sobradamente multimillonario y producía sus propias rentas). Pero me centraré exclusivamente en el período que trabajaba de albañil, por allí en los años 70.



Tras ganar los más importantes concursos de culturismo en Europa, Schawrzenegger  emigró a Estados Unidos, invitado por Joe Weider, el empresario canadiense nacionalizado norteamericano, y ex campeón de pesas, que había construido un imperio del culturismo que daba buen dinero con exhibiciones, competiciones, revistas, equipos de entreno y suplementes alimenticios, entre otras cosas, que veía en el joven Schwarzenegger una promesa segura en la que apostar, con lo que le pagó para que se preparara para ganar los concursos de culturismo, así como para trabajar de comercial de vender los productos de la marca Weider. Aunque empezó en Miami, al final se trasladó a California donde existía el mejor gimnasio del mundo de los años setenta, el famoso Gold’s Gym (un modesto gimnasio en comparación a los sotisficados gimnasios de hoy en día lleno de sotisficados aparatos para entrenar), así como el mejor clima, al lado de la playa californiana. Al poco tiempo de desarrollar su nueva vida en Estados Unidos, Schwarzenegger se había traído a su mejor amigo que conoció en los gimnasios de Munic (Alemania) Franco Columbu (nada de ver con Francisco Franco, ni con Cristóbal Colón,…..lo que ocurre es que los italianos a veces tienen esos nombres tan raros). Pero California es zona de terremotos, y por tanto la mina de oro de los albañiles, ya que cada vez que ocurre un terremoto, los propietarios ricos y de clase media requieren reparaciones de sus viviendas, o construirse de nuevas, con lo que siempre corre dinero en el sector de la construcción, sobretodo con mayor fuerza tras un terremoto. Y como ya dice el refrán francés “Quant le bâtiment va, tout va” (“cuando la construcción va, todo va”), con lo que los dos amigos culturistas aprovecharon para montar una empresa de construcción con el llamativo nombre de "Pumping Bricks Inc."   en una buena época que existían las todas las facilidades de crearla sin apenas trabas burocráticas, ya que no existían tantas normativas ni impuestos como en la actualidad, y además era en EE.UU. la tierra de las oportunidades donde se penaliza o dificulta muy poco la creación de empresas, y donde los emprendedores siempre están muy bien vistos con buenos ojos y bastante apoyados por el público en sus comienzos. Franco Columbu ya tenía cierta experiencia por haber trabajado de albañil en su Italia natal, y Arnold conocía algo sobre el aparejo austriaco (el modo austriaco de colocar el ladrillo, ya que cada país tiene su propio tipo de aparejo para distinguirse), y aunque ambos eran unos chapuzas por la edad y poca experiencia, se salían bien en su trabajo. Varíos años después, había gente que no se creía que Arnold hubiera hecho de albañil, por lo que no dudó en mostrar y dejarse fotografiar frente a la pared que él mismo había construida con sus manos, tal como la podéis ver en la foto aquí insertada que nos enseña desde su bicicleta, y que fue en Venice (California): 




El haber trabajado en la construcción, le llevó a conocer un poco más a fondo el mundo inmobiliario, cosa que luego en años posteriores se dedicaría de lleno al mundo de los negocios inmobiliarios, mientras interpretaba películas, que le darían suculentas ganancias, muchas veces por encima de lo que ganaba como actor de cine, a pesar de ser uno de los actores mejor pagados de Hollywood, ya que la zona de California donde hacía sus inversiones tampoco se escapó del incremento de precios con la burbuja inmobiliaria, y Arnold ya había comprado barato con las primeras ganancias que le proporcionó el uso de la paleta, para luego especular y vender caro.

Para los que queráis dedicaros al deporte del al culturismo, que os facilitará mucho el trabajo de albañil al mantener en forma y entrenar un cuerpo fuerte y resistente, sólo os diré resumidamente que las reglas son muy sencillas: se divide en tres partes el cuerpo: la parte superior (brazos), las abdominales, y la parte inferior (piernas). La norma es: empezar a entrenar del músculo más grande al más pequeño, que en la parte superior sería, por ejemplo, primero dominadas para las dorsales, luego deltoides, a continuación pectorales, luego trípecs, bíceps y finalmente antebrazos. Y en la parte inferior sería primero muslos con sentadillas o extensiones, y luego entreno de los gemelos. Y las abdominales con cientos de flexiones (hay quienes llegan a las mil, e incluso 3000 repeticiones diarias para tener unos buenos abdominales).  Y esos entrenos se hacen con unas series de varias repeticiones, sea con barras, mancuernas o poleas, que cargados con pesos cada vez mayores, se mueven y se entrenan los músculos para darles forma más desarrollada. Eso os dará buen tono muscular, pero os recomiendo que ese entreno lo combinéis con la carrera (correr), ya que os dará más resistencia, y encima fortalecéis los pulmones y corazón, que esos órganos internos no se pueden desarrollar levantando ninguna pesa, sino forzándolos a que bombeen con mayor fuerza y a que se respire con mayor profundad. Si dedicáis como mínimo una hora de sufrimiento a machacaros como hacían Schwarzenegger y Columbu, luego cuando trabajéis por las obras, no os parecerá tan cansado levantar elementos para montar andamos, así como colocar los pesados tablones, o descargar en obra los sacos de Pórtland (que en mi época de pinche adolescente eran de 50 kilos). Seréis fuertes como unos Terminators, lo que os hará encontrar las obras como un pasatiempo mucho más agradable y menos pesado, haciendo un mejor desempeño de las obras que os puede llevar a convertiros en constructores y haceros ricos (aunque hoy día nadie se mete a albañil constructor, por culpa de las excesivas normativas legales, las abrumadoras trabas burocráticas, las excesivas responsabilidades que esas exigen y los agobiantes impuestos). Pues trabajando fuerte siempre se puede ganar, pero si el Estado te empieza a ahogar con impuestos y normativas y demás exigencias, no sólo te desánima, sino que además incluso puede llegar a arruinarte, y ya la crisis que se inició en 2008 con el estallido de las burbujas financieras e inmobiliarias se ha podido demostrar que es así: hoy en día nadie se arriesga a crear una empresa de construcción, con lo cual es más un problema político que no necesariamente empresarial y económico. Con las pesas podéis entrenar hasta superar el máximo de peso que podáis, pero a partir de cierta edad (entre los 40 y 50 años) os recomiendo que aflojéis un poco, ya que el entreno de tantas repeticiones al máximo puede llegar a desgastar las articulaciones en especial los cartílagos que unen el músculo con el hueso, con lo para luego os recomiendo ejercicios más moderados: natación, ciclismo, carrera a ritmo lento, o simples largas caminatadas. Si os entrenáis así, hacer los tajos en las obras os parecerá algo divertido y no os sentiréis cansados. En todo caso os recomiendo no abusar, y siempre hacer consulta al médico cuando uno se sienta mal, pero ante todo si recomiendo constancia y moderación. Yo, como albañil, no es que fuera un entusiasta de las pesas, ya que nací con malformación en la columna vertebral que a los 29 años me operaron de hernia discal, y aunque había practicado un poco de pesas (con moderación, pero con constancia), tras la operación de hernia discal dejé sueltas las mancuernas y las barras, y me centré tan sólo en la natación, un deporte, que para el albañil va muy bien porque fortalece las articulaciones y alivia los dolores tanto de espalda como de piernas que producen los muchas veces inevitables sobreesfuerzos de albañilería, como por ejemplo, cuando te toca poner manualmente en su sitio las vigas. Igualmente conozco lo que es pasar días tras días poniendo tan sólo ladrillos sin parar, con todo lo que causa de dolores de tendinitis que tardan meses en recuperarse por sí solos, y son bastante molestos y dolorosos, y aunque se trate con cortisona, al final ni siquiera la misma cortisona hace efecto. Abusos aparte, por otra banda, igual que las repeticiones con las barras o las mancuernas levantando pesas, el oficio de albañil no resulta demasiado pesado para un culturista: es como si en su lugar se hicieran las repeticiones colocando bien puestos ladrillos, bloques, tejas, gres en el suelo, o enluciendo paredes con mortero: todo es repetición, hasta que se ejerce de modo automático. Si tienes voluntad y no te desánimas, aprendes a manejar bien la paleta y más si pones entusiasmo y te encanta hacerlo cuando ves que, por ejemplo, se produce el milagro de una pared levantada de arriba abajo, donde antes no había nada: eso es construir, crear materialmente, un algo que cuando está terminado da la satisfacción de ver la obra terminada y que quedará para siempre. 


 Los primeros trabajos de albañil de Arnold Schwarzenegger, los realizó durante el servicio militar austriaco, en el que provocó un accidente conduciendo erróneamente un tanque e hizo unos destrozos, que le obligaron a reparar las paredes que él destrozó dejándolas otra vez como nuevas con bloques de hormigón y luego estucándolas con mortero, en la que aprendió a mezclar adecuadamente el mortero, además con el castigo de pasarse un buen tiempo pelando patatas como todos aquellos que cometían una trastada.

Por otra parte, Franco Columbu, que de niño fue pastor de ovejas originario de la isla italiana de Cerdeña, si mal no recuerdo, empezó como albañil y boxeador en su juventud, aparte de su trabajo en la granja familiar en Italia, pero luego se fue por su propia cuenta a Alemania para ganarse la vida en la construcción, ya que con motivo de la olimpiada de Munich, la industria de la construcción necesitaba trabajadores y ellos llegaban en tropel procedentes de todo el Mediterráneo y el bloque oriental. Los obreros de la construcción eran los clientes habituales de los gimnasios culturistas alemanes. Allí también se preparó para ser taxista y al final consiguió la licencia. Entre la albañilería, el pluriempleo del taxi, e ir tras las chicas, Columbu entrenaba con el mayor de los entusiasmos en un gimnasio de Munic con Schwarzenegger, con el que hizo una gran y sólida amistad, y ambos compartieron pesas y los ligues por las chicas. Ya cuando Arnold se fue a Estados Unidos con un empleo prometido por Joe Weider, un tiempo después llamó a su mejor amigo de entreno en gimnasio Franco Columbu, para seguir compartiendo entrenos de pesas y ligues con chicas, y poco después el negocio de la empresa de construcción que ambos crearon pocos meses antes el terremoto californiano de 1971, que les beneficiaria.


No lo tuvieron complicado, primero porque Columbu ya había trabajado de albañil en Italia y Alemania, con lo cual sabía bastante de albañilería, mientras que Schwarzenegger, gracias a sus estudios de contabilidad que había hecho de preadolescente a instancias de su padre, el policía Gustav Scharzenegger, sabía algo de negocios. Tras el terremoto, a la hora de buscar albañiles, la gente prefería contratar albañiles fuertes, y los dos jóvenes emprendedores ofrecían sobradamente esta pinta de albañiles cachas con camisetas y tejanos exhibiendo músculo. Sacaron un anuncio en los periódicos californianos, en especial el diario “Los Angeles Times” que decía algo así como: “Albañiles europeos. Expertos en piedras y mármoles”. Según contaba Arnold consiguieron su primer trabajo enseguida, que fue construir una pared para un hombre de Venice cuya casa había pertenecido al mítico actor Rodolfo Valentino, cuya tapia nos la muestra el propio  Schwarzenegger en la foto aquí insertada en la que aparece con una bicicleta. 




Según contaba Schwarzenegger, eran muy competitivos, sabían mostrarse amables y atentos con los clientes, y ofrecían presupuestos baratos, pero como trabajaban fuerte y rápido como si de un entrenamiento intensivo se tratara, se salían e incluso les resultaba rentable. Decía Schwarzenegger que la albañilería le encantaba y lo consideraba una tarea muy divertida, teniendo en cuenta el sobreesfuerzo que dedicaba al levantamiento de pesas, junto a Columbu, para competir ambos en los títulos y trofeos tan llamativos como “Mister Mundo”, “Mister Universo”, “Mister Olimpia”, y esos nombres por el estilo, pero ante todos máximos campeones del culturismo por parte de ambos. Lo mismo levantaban un pared de pesados bloques, que se procuraban un par de gruesas mazas y se ponían a golpear para derribar otra pared, lo que incluso lo encontraron divertido, porque los golpes de maza era un complemento de los ejercicios de levantar pesas y para dar tono a la musculatura de cara a la competición, y los dos socios competían entre sí dando golpes de maza en el derribo de las paredes, uno en un extremo y el otro en el otro extremo, para ver quien al final conseguia derribar más metros de pared. Cuando hubo el episodio del terremoto en San Fernando Valley, se tuvieron que levantar muchas paredes derrumbadas de varios patios, reparar muros agrietados, levantar nuevamente las chimeneas que se habían caído, reemplazar las tejas rotas, etc…. Tuvieron tanto trabajo las 24 horas, que incluso tuvieron que recurrir a mano de obra extra entre los propios culturistas del gimnasio que frecuentaban, algunos de ellos desempleados, y hubo un momento que la constructora "Pumping Bricks Inc." de Columbu y Schwarzenegger llegó a tener contratados una cuadrilla de hasta 15 albañiles en esas tareas de mezclar cemento y cargar ladrillos, la mayor parte de ellos gente que también frecuentaba el gimnasio. La empresa duró aproximadamente unos 4 años. Como podéis ver en la foto a Schwarzenegger y a Columbu, currando en el tejado, nada de arneses ni de cascos, que así se trabaja incómodamente y mal y con riesgo de accidentarse por el stress que provoca, en todo caso el pelo de Arnold recogido a lo indio, pues estaba en la época de la moda hippie que todavía perduraba en los años 70. Y lo curioso es que en aparentemente cuatro años ejerciendo de albañiles, ninguno de los dos socios se accidentó, para que vean los cabrones de “riesgos laborales” que cuando se trabaja con interés, ganas y entusiasmo, difícilmente se accidenta la gente. Con cascos y arneses, los albañiles son más propensos a accidentarse, aunque algunos digan que no, pero yo lo afirmo por instinto y por experiencia. Los dos socios albañiles ganaron un buen pastón, con el que se pudieron comprar sus primeros coches y hacer sus primeras inversiones en viviendas. Schwarzenegger con la paleta y los ladrillos se hizo rico bastante rápido y pudo hacer sus primeras inversiones inmobiliarias en la compra-venta de fincas, sector de tuvo ocasión de observar con detalle, mientras ejercía de albañil. Eran los años 70, y cualquier albañil que montara una empresa de construcción, trabajara fuerte y se fuera formando una cartera de clientes con el boca a boca, se hacía rico con relativa rápidez y facilidad, nada comparable a lo de hoy día, en la que nadie quiere arriesgarse a crear una constructora como ya he explicado más arriba. Claro que llevaban una vida muy apretada, entre las horas de entreno en el gimnasio, las tareas de albañil, y los estudios de inglés e universitarios, que les absorbían desde primeras horas de la madrugada hasta llegar casi a medianoche, un mucho trabajar, y mover el culo exageradamente en todos los aspectos y de vez en cuando soltarles piropos algo guarrillos a las nenas que se acercaban a las obras,…pero esa es la actitud y la mentalidad de los triunfadores: matarse a trabajar a todas horas, pero claro con algunas breves pausas de siestas profundas de varios minutos, ya que luego han de despertarse y seguir con la misma rapidez y frescura. Muchos de los trabajos que tuvieron consistieron en restaurar casas viejas, cosa que les abrió los ojos para fijarse en el negocio inmobiliario: por ejemplo, los propietarios les pagaban diez mil dólares por arreglar una casa que habían comprado por doscientos mil dólares y la vendían por trescientos mil. Estaba claro que de esta manera se podía ganar bastante dinero, si se metían en plan parecido. Con lo cual la albañilería fue el origen de la fortuna de Schwarzenegger, y luego los negocios inmobiliarios en los que entraban tanto la compra y venta de fincas como los alquileres que se aprovechaban esperando la revalorización de las fincas que había años en los que solían revalorizarse por encima del 100%, en aquellos años, aunque los siguientes ya por encima del 20% (que ya era un beneficio considerable) en que a largo plazo ganó mucho más dinero que no lo que le pagaban por sus películas en la industria de Hollywood, lo que hizo de Schwarzenegger un destacado multimillonario californiano. Luego ya entrando en la treintena, Schwarzenegger dejaría el manejo de la paleta para dedicarse a la actuación cinematográfica, y Columbu se dedicaría a otras tareas, tales como seminarios y exhibiciones de fuerza, y doctorándose en quiropráctica, así como la del preparador físico del no menos famoso actor Sylvester Stallone, cuyo cuerpo tan esculpido se lo debe a las indicaciones de entreno de Columbu, aparte de abrir una clínica especializada en rehabilitación y acondicionamiento físico, así como preparar también a personajes célebres del cine, la televisión, la empresa y las finanzas, por los que cobraba altos honorarios y con ello también el conocido culturista italiano se hizo rico. Esta es la historia de los dos albañiles culturistas más célebres de todos los tiempos, de la que Schwarzenegger dijo una vez: “Estados Unidos es un país donde te puedes hacer rico, y con un poco de suerte, incluso casarte con una Kennedy”. Con lo que en la foto de abajo os dejo con la foto de los dos socios paseando por las calles de Venice donde construyeron el muro arriba expuesto, con Maria Shriver Kennedy, cuando era novia de Arnold (la chica era sobrina del fallecido presidente de los Estados Unidos John Filzgeral Kennedy).



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He aquí un jovencísimo Arnold Schwarzenegger en su época de albañil, posando junto a un grupo de admiradoras: 

Aquí podemos ver a nuestro ex albañil, luego reconvertido en actor, en una de sus películas más famosas: TERMINATOR-2, reconvertido posteriormente en político (gobernador de California), y nuevamente vuelta al mundo del cine: 


 


Aparte de nuestro Arnold, también fueron albañiles personajes famosos como los actores Sean Connery (James Bond), Clint Eastwoot (Harry el Sucio), el presidente de la república italiana Alessandro Pertini, el cantante cubano Antonio Machín,  el batería inglés del grupo “Led Zeppelín” John Bonham “Bonzo”, o el famoso torero español Manuel Benítez "El Cordobés". Como ya decía el otro célebre albañil que tiene otra entrada en el presente blog, el general Cipriano Mera: “los albañiles solemos tener una rara intuición, tal vez estimulada por la índole de nuestro trabajo, que puede servir para ejercer con cierta destreza otras profesiones”, y de aquí se explica como personas que antaño fueron albañiles, pudieron llegar a tan altos y reconocidos lugares en la vida cuando cambiaron de profesión.

SANDRO PERTINI, PRESIDENTE DE ITALIA

SEAN CONNERY

ANTONIO MACHÍN

CLINT EASTWOOD

JOHN BONHAM "BONZO", BATERIA DEL GRUPO LED ZEPPELIN
El torero Manuel Benítez "El Cordobés", que
también trabajó de peón de albañil




También el célebre revolucionario Ernesto "Che" Guevara había trabajado un tiempo de albañil como voluntario, tal como lo testimonian las siguientes fotos: 








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1 comentario:

  1. Vaya que son todo unos guerreros, es agradable leer cosas como estas que inspiren a luchar y perseguir nuestros sueños.... Yo deseo poder jugar en las grandes ligas con mis TusCamisetasNBA
    Algo más que un sueño sería el poder hacerlo...

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