jueves, 22 de septiembre de 2011

LIBRE MONTAJE DE MALDITOS ANDAMIOS



Hubo un tiempo que los albañiles tomaban cualquier cosa que tuvieran a mano, y con ingenio e improvisación montaban una bastida (o andamio) para poder trabajar, e incluso segura. Esos tiempos de los que he sido testimonio fueron los últimos de la época de Francisco Franco, y los primeros años de la democracia.

Eran aquellos los tiempos en que, habiendo las distintas categorías de albañiles: pinches, aprendices, peones, y oficiales en al menos tres distintas graduaciones, era a los peones mismos a quienes se les encargaba de montar una bastida. Mientras el oficial terminaba de ejecutar y dar forma a una de las obras, el peón o los peones le montaban la bastida para el siguiente trabajo. Esa forma de espabilarse y ese estilo de trabajar se ha ido perdiendo con el tiempo. Desde otro tiempo más cercano a esa parte, ya eran los oficiales los que tenían que preparar la bastida, auxiliados por los peones, pues estos últimos ya no entendían de poner una bastida más o menos anivelada y aplomada, que fuera segura.

Hoy en día la cosa ha cambiado completamente: ya casi nadie de entre los albañiles sabe cómo hacer una bastida. ¿La causa?, ….simplemente la estupidez de normativas que se han ido imponiendo en los últimos años. Ahora se requieren unos tipos de andamios que han de ser homologados, y que por ejemplo: tienen que ponerse con unas bandejas de metal que llevan un dispositivo de seguridad, y el uso de los típicos tablones está completamente prohibido (porque se considera que al ser de madera, puede partirse y provocar una caída –ni que fuera lo gruesa que es y lo podrida, como para partirse-), aparte de, por ejemplo, ya no te puedes subir con aquello que se conoce como el típico andamio español de cruces, que por los lados tenía forma de escalonado, sino que ahora dentro de la bastida tiene que venir conjuntamente una escalera incorporada. Y si hablamos de aquellos andamios que se montaban a base de argollas, ya te puedes olvidar completamente, pues las jodidas normativas han obligado a que desaparezcan del mapa. O sea, que las exigencias actuales de andamios, con toda esta sarta de normativas estúpidas, elaboradas por gentes de la política o de la judicatura que nunca han sudado ni trabajado en una obra, ha convertido a una gran masa de albañiles en unos incapaces, y al mismo tiempo ha disparado una enormidad el coste de las obras, de tal modo que incluso se improvisa “de amagotis” a escondidas con el uso de escaleras, ya que montar un andamio que cumpla todas las normas, acaba siendo carísimo. O bien montan unos andamios originales, que se parecen más a la práctica de deportes de riesgo, o de cualquier número apto para acróbatas o trapecistas del circo. Aparte de que en muchos casos, hoy en día, para montar una bastida, tiene que venir a hacerlo una empresa especializada en la misma, con lo con esto se pierde todo el espíritu de iniciativa y de competitividad que existía entre las empresas constructoras de tiempos pretéritos, encareciendo la obra a la tremenda. E incluso si no tienes bastante, también se ofrecen a ponerte redes o toldos a tu bastida, para que aún quedes más “protegido”. Pensad, por ejemplo, que una fachada normal donde habría que arreglar un simple agujero, puede costar hasta un mínimo de 6000 euros montar el andamio por parte de la empresa especializada y que cumpla con todos los detalles de las normas, por un agujero que no costaría ni 60 euros repararlo, por citar un ejemplo, y que es indicador de todas esas absurdidades.

Naturalmente que dirán que es por la seguridad de los albañiles y para evitar accidentes, muertes, y los elevados costes económicos a la Seguridad Social que de ello derivan. Pero lo que no dicen esos hipócritas de periodistas cuando dan la noticia o los burócratas, es que por lo general los accidentados o muertos suelen ser moros o sudamericanos, en su mayor parte, una gente que trabaja de cualquier manera y sin ir con cuidado, con lo cual la torpeza de esos extranjeros no tienen porque pagarlas las gentes de nuestro país con todas esas absurdas normativas impuestas, hasta tal punto que incluso te exigen trabajar con cascos y con arneses dentro de la bastida, que al final parece que la albañilería terminará por convertirse en un trabajo de riesgo, llevando incluso traje de buzo o de astronauta, con todos los dispositivos de “seguridad” por si acaso. No dicen toda la verdad cuando se llenan la boca con tanta “seguridad e higiene”, y además es curioso que hace ya muchos años, cuando apenas no existían ninguna clase de normativas, se trabajaba muchísimo mejor, en comparación no eran tan costosas las obras, e incluso me atrevo a decir que habían mucho menos accidentes que en la actualidad, con tanta normativa absurda, que lo que realmente hace es estorbar en todo, desmotivar, causar un mayor stress, y por ende, provocar aún muchos más accidentes. Los únicos beneficiados de esas normativas han sido los letrados, que como ocurre en esos casos, a cuantas más leyes y normativas, mayores las perspectivas de negocio a costa de las desgracias de los demás ya que les dan para pleitos, cada vez que hay un accidente o incumplimiento de normas en las obras.

En las fotos que inserto, podréis ver cómo los albañiles de vieja escuela podían hacer las bastidas con cualquier cosa a mano: bidones, tablones, puntales, tableros, escaleras, elementos, borriquetas, palos, etc…, e incluso algo debajo el pie que permitiera salvar la altura; y les iba mucho mejor para trabajar, que no la complicada bastida para hacerle un repaso al árbol, como podéis ver en la foto insertada.


Los actuales andamios son costosos, y es lógico que su uso trate de burlarse lo más que se pueda: se tiene que alquilar, comprar, y hasta confiarlo a alguna empresa ajena que haga un estudio acompañado del plan de seguridad del aparejador o algo parecido, y que te lo coloquen y te lo monten, porque si es de hacerlo desde la misma empresa constructora, la inmensa mayoría de los albañiles ni saben, ni quieren asumir ningún tipo de responsabilidad en firmar los papeles ( eso de quienes han de firmarlos, se supone que han de tener estudios universitarios, aún a costa de buscarse complicaciones por todos los lados: albañiles, facultativos, clientes, empresarios, miembros de la judicatura, etc...). Y ya se sabe: todo lo que supone disparar los costes va contra la competitividad, y las empresas constructoras tienen que competir ofreciendo los mejores servicios y precios para sobrevivir, y los clientes se fijan mucho a la hora de entregarles la factura, y naturalmente optan por quienes les ofrezcan la factura más baja, en un país como el nuestro donde la gente cada día es más pobre y con menos capacidad para reformar o construirse su vivienda. De modo que en las fotos veréis que cada uno hace las bastidas a su manera, aunque se que no va a ser del gusto de los de “riesgos laborales” que lo critican, cuestionan y denuncian todo, pero es que ya somos un país que cada vez se pierden más las libertades públicas y la de los trabajadores, aunque esa libertad venga con el derecho aparejado a matarse con igual libertad.








































TRABAJANDO SIN APENAS ANDAMIOS (LA HISTORIA ESTÁ LLENA DE CASOS COMO ESOS):



EJEMPLO DE ANDAMIOS EN MOSCÚ, CAPITAL DE RUSIA:




ANDAMIO EN NUEVA DELHI, CAPITAL DE LA INDIA:


ANDAMIO EN LA CUBA COMUNISTA:

1 comentario:

  1. No puedo creer que incluso se racanee en andamios cuando está en juego la vida de las personas... Más va a costar a la empresa tener que hacerse cargo si pasa algo grave que si dispone de buenos materiales...

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