La
colocación de losas sobre un mortero es bastante fácil. Lo único que se
necesita es saber cómo se prepara el mortero, y organizar bien el trabajo.
Las
losas de piedras constituyen un revestimiento para el interior o para el
exterior particularmente interesante por su resistencia y su valor decorativo.
Las
losas se pueden colocar directamente sobre
el mortero fresco, que se colocará asimismo sobre un suelo de hormigón existente
(otra manera de hacerlo es “a golpes”,con la losa encima e ir picando con una
maceta de goma hasta alcanzar el nivel deseado para la pieza).
Puedes
realizar una capa de mortero de unos 4 ó 5
cm de espesor. No recubrir de golpe toda la zona con el
mortero. Proceder progresivamente, a medida que se vayan colocando las
baldosas.
Colocar
las dos primeras losas, encuadrarlas. Poner una regla sobre las dos baldosas y
nivelarlas apretándolas hacia dentro del mortero, o sino añadiendo un poco de
mortero. Verificar el nivel de la colocación en cada etapa.
No
dejar mucho espacio entre unas baldosas y otras. Se colocarán en separación
encajable, aparejamiento irregular que queda bien para este tipo de baldosas.
Examinar cada una de las losas antes de proceder a su colocación: elegirlas
según la forma y colocarlas del lado más bonito.
Darle
un buen asiento golpeando las baldosas con el mango de la paleta, o con maceta
de goma.
Una
vez recubierta la superficie, pasar a rejuntarlas. Rellenarlas de mortero, y
alisarlas con la paleta. Después pasar una esponja húmeda. Dejar secar unas 8
horas. Si hace mu cho calor o viento, o existe el riesgo de lluvia, recubrirlas
con un plástico.
Dos
últimas cosas que hay que tener en cuenta:
1.-
el mortero bastardo se preparará en una proporción de 3 partes de
arena,
1/2 de cemento y 1/2 de cal.
2.-
si el embaldosado es exterior, darle una pendiente para permitir la evacuación
del agua de lluvia.
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