Siempre es buena medida limitar el acceso a la zona de trabajo
por medio de señales, o vallas separadoras que separen de la obra a los
animales domésticos o personas ajenas a la obra en los alrededores de puesto de trabajo.
Al proteger la zona de trabajo, se preserva, al mismo tiempo,
la seguridad de todas las personas que se mueven alrededor de la obra, evitando
también la presencia de extraños que estorban y hacen perder el tiempo en el
tajo, y así se conseguirá trabajar más centrado con un poco más de
tranquilidad.
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