Aunque en el gremio se da por albañil el que lo sabe hacer prácticamente todo, indicaría que la fase final de su aprendizaje es cuando demuestra que sabe hacer bien una escalera, una de las cosas consideradas más complicadas de ejecutar y dar forma material de una obra. He visto casos de albañiles, que después de años en las obras como aprendices, peones, o oficiales de segunda o tercera, cuando ya les han dado la oportunidad de poner azulejos en un baño o cocina, y les ha salido bien, ya empiezan a decir: “ya soy albañil”,…..pero no, en el lugar donde yo me crié, en términos generalizados se considera albañil completo al que ya sabe hacer una escalera, y que le salga perfecto todo el acabado.
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- Carlos Dómine Carlos Jejeje... ¿no serás un poquito "masón", que esto era lo que quería decir -más o menos- la palabra: "albañil"
- Espacio De Xavier Valderas Lo de masón son referencias históricas, Carlos Dómine Carlos. Trato de dar una visión del albañil español de hoy día, el "más español de los oficios", y en la actualidad la profesión más castigada por la crisis económica. Saludos, machote, y discúlpame que me voy ya ahora mismo de juerga.
- Alfonso Posada Gracias, Xavier, por los interesantes comentarios y muy acertadas observaciones sobre una profesión muy importante y cuya calidad profesional define a los países mejor que ninguna otra, al menos según mi humilde punto de vista. España hizo muchas viviendas invendibles, no solamente por su cantidad excesiva sino por la falta de 'nivel' de los profesionales, banqueros, promotores, vendedores, constructores, etc. Y ese es el problema que tenemos, resumible en un refrán popular:"La avaricia rompe el saco"... Pero no hemos de olvidar que la vivienda, por encima de todo, es un 'artículo de primera necesidad'... Salut, company.
- Espacio De Xavier Valderas Salutacions, amic Alfons Posada. Te aclaro lo de “la avaricia rompe el saco” que ha ocurrido en nuestro país, al menos en cuanto se refiere al sector de la construcción: eran los años de la caída de Felipe González, y Aznar pasó a convertirse en el nuevo inquilino de La Moncloa, y para resolver la crisis, puso una fórmula muy sencilla: bajar todos los tipos de interés para que todos fueran corriendo a los bancos a buscar créditos baratos, y a partir de aquí la economía empezó a recalentarse poco a poco, hasta tal punto que nuevamente recuperada La Moncloa por el PSOE , un tal Jesús Caldera, hombre de confianza y ministro de Zapatero, abre las puertas del país para que entre quien quiera, ya que hay una fuerte demanda de trabajo, especialmente en el sector de la construcción, que genera tal cantidad de dinero, que viene muy bien para nutrir las insaciables arcas públicas, y nadie le pone freno a esta peligrosa burbuja que se ha ido formando en el sector inmobiliario. Como que en el banco apenas no te dan nada por tu depósito a plazo, todo el mundo se pone a invertir en el ladrillo, que es lo que da buenas revalorizaciones. Son los años que todo lo que se construye, se vende, y ya no sólo por necesidad de vivienda, sino para ir acaparando vivienda, revendiendo la anterior para comprar otra nueva, ya que sus precios van subiendo como la espuma año tras año. Al calor de esos bajos tipos de interés y a esa facilidad que dan los bancos en conceder los préstamos: ¡todos a construir, que todo lo construido se vende y además sube de precio!, ¡a construir, malditos,…que todo se vende y además suben constantemente los precios!. Los promotores sean particulares o sociedades inmobiliarias, ponen el dinero con el único afán de duplicarlo, y a buscar desesperadamente constructoras para que construyan,..¡y rápido!, hasta tal punto que cualquier hijo de vecino que quiere que le hagan obras en su casa, se tiene que esperar hasta dos años antes de que se presente la cuadrilla de albañiles, de tanto trabajo que había y no daba abasto. Y las constructoras edificando y reformando a todo tren: no tienen bastante gente para atender tanta obra, y no les queda otro remedio que contratar a cualquier “currito” que venga de afuera,…¡hay tanto que construir”,…todas las viviendas se venden, y todas las chapuzas se cobran!,…¡una fiesta, como nunca se había vivido, y al calor de la cual, cada cual trabaja a su manera, pues casi no despiden a nadie por muy vago o chapucero que se sea!.. ¡Alegría total en todo el sector, parece que no nos faltará trabajo en por lo menos 20 años!,….hasta que….¡el pinchazo financiero que empieza en Estados Unidos con el tema de las subprime (hipotecas basura)!: tantos préstamos que los bancos habían prestado con total facilidad a cualquier hijo de vecino,….pues resulta que tan sólo eran apuntes financieros avalados por otros bancos que empleaban la misma táctica: hacer apuntes financieros, avalados por un tercero, y así sucesivamente, hasta que alguien llegó al último eslabón de la cadena y se dio cuenta de que no existía tal dinero: ¡no existe tal dinero, por lo cual no se puede prestar a nadie algo que no existe!. Entonces, como el sector de la construcción está completamente vinculado al sector financiero, al cerrarse de golpe el grifo del dinero, produce un efecto dominó en el cual se cierra toda la financiación, con lo cual de repente quedan cientos miles de obras paradas, y con ello cientos de miles de viviendas vacías y sin vender, que sólo figuraban como un valor inmobiliario con el que especular en el precio por parte de su propietario. Con ello se quedan atrapados cientos de miles de particulares y promotores en un dinero que no van a poder recuperar ni financiar. Y de aquí todo se queda parado de repente, enviando a cientos de miles de albañiles al paro (muchos de ellos atrapados en una hipoteca que ahora no pueden pagar, al estar sin trabajo), con todo lo que produce de efectos colaterales en el resto de los demás sectores económicos que supone un fuerte encogimiento del consumo, y además lo perjudicadas que quedan las arcas públicas al no recaudar por causa de las cientos de miles de empresas que se van al garete y tienen que cerrar, así como el incremento de esos millones de parados de más que el país tiene que soportar. Los franceses tienen un viejo proverbio: “quan le bâtiment va, tout va” (cuando la construcción va, todo va), y ahora de repente, el principal motor que tiraba de la economía española: la construcción, ha quedado completamente paralizado, ya puedes imaginar las dramáticas consecuencias para el resto del país: caída de consumo, caída de la venta de coches, caída de la venta de muebles y electrodomésticos, y caída generalizada de todos los sectores, pues por ejemplo ya no se llenan tanto los restaurantes de fines de semana donde iban los albañiles y sus familias en aquellos años de la alegría.
Es verdad que “la avaricia rompe el saco”, pero eso no es que fuera cosa de promotores, constructores, banqueros, comerciales inmobiliarios, etc…, porque como es natural sólo persiguen la ganancia, y si además si se puede hacer dinero fácil y rápido, mejor que mejor, aunque no se tenga ese dinero (que lo prestaban tan fácilmente los bancos, a tan bajo tipo de interés). La verdadera causa de los males está en la corrupción política, pues existe una cosa que se llama “Comisión Nacional del Mercado de Valores”, y “gobernador del Banco de España”, junto con otra cosa más importante: PRESIDENTE DEL GOBIERNO, que ya tenían que haber visto que con el sobrecalentamiento de la economía española por parte del sector de la construcción, se estaba produciendo una enorme burbuja que de un momento a otro tenía que estallar, y ahora las consecuencias las conocemos todos. No supieron, o no quisieron intervenir a tiempo (entre otras cosas, porque una economía sobrecalentada les iba muy bien para nutrir abundantemente las insaciables arcas públicas con las que financiar todos sus despilfarros). Si, por ejemplo, hubiera habido una ley que hubiera limitado las hipotecas a no más de 15 años, no se hubiera producido esta brutal burbuja inmobiliaria porque los precios de la vivienda se hubieran tenido que ajustar al poder de compra del mercado que no hubieran podido pedir una hipoteca a más de 15 años (con Franco, normalmente una hipoteca en apenas aproximadamente10 años, ya estaba toda pagada). Y hoy en día, con esos sobreprecios que se han derivado al calor de esa burbuja inmobiliaria, una vivienda no la puedes pagar ni con una hipoteca a 50 años,…con lo cual la responsabilidad de todos esos males tiene causas políticas que no se quisieron resolver en su momento. Y hay otra cosa que continúa siendo grave: tras haber visto las consecuencias y haber aprendido la lección, todavía no hay nadie se le ha ocurrido que hay que hacer una ley que limite las hipotecas a no más de 15 años, para no volver a caer en los errores de la usura y la especulación. Pero ya sabemos que aquí sólo tenemos políticos ineptos y mediocres, que solo se preocupan de tener a buen recaudo sus buenas pagas y sus buenos privilegios. I sense més, desde Espanya aprofito l’avinentessa per a saludar-te ben cordialment, company Alfons. - Espacio De Xavier Valderas Hola, Rosa Rosa Iglesias Coca, también en mi blog hay una entrada dedicada a las mujeres albañiles, un poco anticuada ya, de la que te dejo el enlace:http://elmaestrodecasas.blogspot.com.es/2010/08/casi-practicamente-no-existen-las.html