COLOCACIÓN DE LOS PREMARCOS

Los marcos metálicos (pre-marcos) de las ventanas han de estar puestos antes de empezar a enrajolar o alicatar baños, cocinas o cualquier habitación en que se quiera tener las paredes de azulejos, dejándoles un margen de salida, que entre reglesado de mortero y colocación de los azulejos, no debe de ser inferior a un centímetro. Así como las partes que deben de ser enlucidas con mortero o enyesadas, dejándoles un margen de salida de no más de un centímetro.

Para los casos de la obra vista, lo mejor es colocar los ladrillos enteros en las ventanas, para que tomen forma, y luego marcar y cortar una especie de rasa pequeña por donde se deberá de insertar el premarco, con sus agarres de patas, que se unen a la pared con cemento rápido o con mortero mismo.

Para no tener problemas en manchado del oxido con el enyesado, lo mejor es que dichos premarcos sean de algún material metálico inoxidable.

Luego una vez acabada lo que es obra de construcción, la colocación de las ventanas o puertas sostenidas en el premarco, generalmente con unos tornillos especiales que penetran en el metal (como los que se usan con el pladur), hace que la colocación del resto de los elementos de la ventana o puerta sea algo rápido., sean de aluminio o de plástico resistente. O las tabletas, junto con las bisagras, cuando el material de la puerta o ventana es de madera.

La colocación de estos premarcos requiere cierto dominio de los aplomados y los niveles, con cada uno de los soportes, sea con reglas o sargentos pequeños, que sostengan el premarco bien nivelado y bien aplomado a la altura deseada. Cosa que requiere de un albañil con cierta pericia para que la puerta o ventana no acabe torcida.





Tampoco puedo dejar de lado los que son de madera, habitualmente para poner en los interiores. Esos premarcos o bastimentos, ya vienen preparados por el carpintero, y hay que clavarles en los lados y en la parte superior exteriores unos clavos que sirvan de agarre con la pared de ladrillo adonde irá cogida.

En la parte de abajo esos premarcos tienen unas rayas de sierra, indicadoras de hasta dónde prácticamente tendría que llegar el nivel del pavimento acabado, para dejar margen a la hora de colocar las puertas, y para que todas las demás que se ponen en la distribución tengan el mismo nivel.

Para colocarlos, se tenían que poner bien anivelados y aplomados, inclinado un poquitin (aproximadamente un milímetro atrás en el sentido contrario a cómo se tenga que abrir la puerta. Y estaba sujetado por tablones o puntales, aunque perfeccionando la manera de ponerlos, hoy en día es más seguro haciendo uso de reglas periscopicos con los que se sujetan con unos sargentos pequeños los premarcos al nivel y al aplomado deseado, auxiliado también con el uso del nivel láser, que ha de coincidir con unas líneas señaladas que se marcan en el premarco, y por la parte de abajo nos auxiliamos con el uso de falcas (cuñas de madera), hasta que el bastimento tenga el anivelado y el aplomado que se pretende dar. Una vez seco y aparedado en las paredes del modo conveniente, se pueden quitar y separar aquellos trozos de madera que los sostenían bien a escuadra y perpendiculares y que impedían que se movieran.