No es que los poetas piensen mucho en ellos, y de hecho es difícil encontrar alguno que sepa cantarles las alabanzas; pero he encontrado uno de autor o autora desconocida, y otros de alguno de la profesión, pasando por el propio gran poeta chileno Pablo Neruda, y he pensado que deberían de tener un sitio en ese blog del oficio más español que existe: el del albañil. Por lo menos los bardos no han pensado en arquitectos o ingenieros, que muchas veces son quienes se llevan el trofeo y los méritos que en realidad corresponden a los albañiles.
LOS ALBAÑILES.
Los albañiles, desfilan
temprano por la mañana,
cada dia, les veo llegar,
en una parvada singular.
Los albañiles, hmmm, modestos trabajadores,
constructores de edificios grandes y hermosos,
hoteles, escuelas, residencias,
del orgullo de su trabajo, son portadores.
Se ven, caminar,
todos, de diferentes edades,
y, he conversado con algunos
padres de familia, de su hogar responsables,
otros que, a sus seres queridos,
la nómina hacen llegar.
Algunos de ellos, que
a falta de un mejor trabajo,
difícil de conseguir
optan por trabajar, en la obra
para poder subsistir!!
Entre ellos, con tristeza, pude observar,
muchos adolescentes aun...En este duro trabajar
mismos que, por diversas razones
ni el High School, pudieron alcanzar.
Por las tardes, a las tres,
vuelven a marchar, en larga fila,
cansados, fatigados y rendidos
después de una dura jornada.
Su paga, viernes de cada semana,
salario, injustamente remunerado
que, aunque es una labor humilde
el trabajo han conservado.
Ellos son, como hormiguitas,
¡Que hermoso trabajo realizan!
Hoy vemos una construcción empezar,
y a pocos meses...¡Una obra terminada,
podemos admirar!!
Esta es, una linda historia
que he querido compartir,
de un trabajador, que quizá
la sociedad margina,
pero que, por su labor grande y maravillosa,
es muy digna, Dios los ha de bendecir.
EL ANDAMIO
El aire distribuye, igual que siempre,
sobre la tierra su piedad y su música;
a las tres de la tarde,
la plomada pregunta, los niveles nivelan
y al compás del trabajo piensa el hombre:
«Es mejor, compañero,
dejarse ya de guerras y políticas
–los Estados Unidos y los rusos–
y acordarnos en cambio del abuelo
sentado, bajo un chopo o una higuera,
con cara de barbecho, silencioso.
Ayúdame a amarrar las cruces de este andamio,
ten precaución, sujeta fuerte, no sea
que por mirar un pájaro pararse
o una muchacha hermosa en su ventana,
no queden bien seguros estos postes.
Ata fuerte las sogas por los nudos,
los amarillos puños del esparto,
que a lo peor, cuando estemos arriba,
perdemos pie de pronto trabajando
y no sirve la fuerza y nos caemos.»
No era aquel el momento
de censurar los tiempos tan difíciles,
sino de levantar aquel andamio
mientras el sol mandaba por las calles.
«Compañero,
es mejor ver el trigo allá en los campos
que ver fundir el oro,
es mejor ir al puerto de los barcos de vela
que al de los submarinos,
pero agarra,
vamos a ver si atamos este andamio
mucho mejor que aquel del accidente,
cuando murió el compadre de las barbas
–en paz, amigo mío–
que fue bueno y de Dios, que era creyente
para no ser tan pobre como era.
Ata fuerte la soga por los nudos,
los amarillos puños del esparto...»
Allí no se trataba
de pasarse de listos ni de tontos,
sino de atar mejor aquel andamio
y comprender que el más sabio es el tiempo.
Eladio Cabañero (albañil español)
LAS MANOS DEL ALBAÑIL
Déjanos descansar en este día,
Disfrutar de una fémina piel.
Deja que los callos se suavicen con caricias,
deja que las grietas se rellenen con su miel.
Deja que la carga cotidiana
se transforme en rizos sin peinar.
Deja que la sequedad del viento
no nos toque en este día con su mal.
Déjanos bañarnos en un pote de crema,
déjanos las manos de mil niños tomar.
Aléjanos del tacto del rugoso ladrillo,
protégenos de la reseca cal.
Deja por un día de construir el mundo,
de levantar la casa que jamás tendrás.
Deja que en tu muerte posemos unidas
cruzadas al pecho, blancas como pan.
Déjanos por siempre solidarias, fuertes,
estar donde alguien nos pudiere apreciar.
Déjanos poder abrazar a tu hermano
sembrar la esperanza y firmar la paz.
Juan Andres Zúñiga
ODA AL ALBAÑIL TRANQUILO
El albañil
dispuso
los ladrillos.
Mezcló la cal, trabajó
con arena.
Sin prisa, sin palabras,
hizo sus movimientos
alzando la escalera,
nivelando
el cemento.
Hombros redondos, cejas
sobre unos ojos
serios.
Pausando iba y venía
en su trabajo
y de su mano
la materia
crecía.
La cal cubrió los muros,
una columna
elevó su linaje,
los techos
impidieron la furia
del sol exasperado.
De un lado a otro iba
con
tranquilas manos
el albañil
moviendo
materiales.
Y al fin
de
la semana,
las columnas, el
arco,
hijos de
cal, arena,
sabiduría y manos,
inauguraron
la sencilla firmeza
y la frescura.
¡Ay, qué lección
me dio con su trabajo
el albañil tranquilo!
PABLO NERUDA
POEMA ALBAÑIL
Al que madruga
no lo ayuda nadie. Solo,
con su pan bajo el brazo
con su manzana brillante en el bolsillo
con las rodillas que le suenan
llena la calle vacía,
a las seis de la mañana
ladrillo sobre ladrillo asegura
con las manos partidas cementosas
la manzana madura de mañana.
Alfonso Gumucio Dagron
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I
Desde
los edificios altos
una canción de mi país
abre su pecho y desemboca
al viento su ráfaga de albañiles
para decirle al universo musical
que no ha muerto la esperanza
en el corazón de los obreros…
La mirada azul del viento
alumbra cotidianamente los rostros
de los sencillos albañiles compañeros,
que empujan la canción de mi país
hacia la inmensa flor de la sonrisa
que los espacios mantienen encendida.
Los albañiles que en la tierra lloran,
en la boca del viento se sonríen…
II
Amo la estatura de aire enamorado
que los albañiles andan portando
debajo de sus ropas remendadas.
Amo la frente que choca contra el suelo
sin saber ni cómo ni dónde ni por qué
ni en qué minuto fatal se quiebra el grito
sobre la engusanada conciencia del patrono,
ni por qué cuando los albañiles fallecen
hay un peregrinación de pájaros enlutados
hacia el rostro cipresal del cementerio,
ni el motivo atroz de condenar al pobre
a ser el perenne perro de los ricos.
Y odio en furia indetenible, feroz,
que se pretende amaestrar al hombre
sólo porque es pobre y tiene hambre
y trabaja de albañil en donde sea
por unos pocos centavos miserables.
Y odio al tiempo que nos muerde duro,
porque hay días terriblemente amargos,
días nacidos más allá del llanto,
días de malos y negros sentimientos,
días que caen con los albañiles
desde el ultimo piso de su vida
hasta el tacto fúnebre de la muerte.
allí es donde mi esqueleto juega
una partida original y dolorosa,
porque es mi frente la que choca
contra la apretada lagrima del asfalto
los últimos trinos de mi sangre…
III
Sin embargo, yo os digo, albañiles,
aéreos compañeros de los astros,
padres que coronan de ternura
la parte alta de los edificios,
que pronto sabréis que se siente
cuando se crece entre jardines.
( Otto René Castillo, poeta guatemalteco )
NIVEL
Éste es el nivel de mi padre;
su nivel de albañil.
Tiene una gota de aire.
Mi padre está hecho de polvo. De aquel hombre
ya no se acuerda nadie.
Vive conmigo cada vez más solo
en esta gota de aire.
Más olvidado cada día;
más recordado cada tarde;
cada vez más lejano y más cercano
en este mundo grande.
Todas las casas de mi pueblo,
todas las casas de antes;
todo perdurará mientras perdure
esta burbuja de aire.
Plano solado de los patios;
suma igualdad de los umbrales;
suelo de nuestra casa,
hecha para esperarte…
Todo perdurará mientras perdure
esta burbuja de aire.
Ven a mirar el transparente mundo
que me ayudó a encontrarte;
ven a mirar la fuente de mi verso,
llano, simple, constante.
Hacia ti y hacia mí se mueve el mundo
en esta gota de aire.
( José Pedroni, hijo de albañil y poeta argentino).
Del libro: El nivel y su lágrima, 1963
Al que madruga
no lo ayuda nadie. Solo,
con su pan bajo el brazo
con su manzana brillante en el bolsillo
con las rodillas que le suenan
llena la calle vacía,
a las seis de la mañana
ladrillo sobre ladrillo asegura
con las manos partidas cementosas
la manzana madura de mañana.
( José Pedroni, hijo de albañil y poeta argentino).
El ALBAÑIL
Ahí viene el albañil
Con su mochila en la mano
con su caminar pausado
con su sombrío mira.
Aunque muchos lo menosprecien
por su aspecto descuidado
no reconocer siquiera
que si no fuera por él
quien haría una casita,
desde una humilde choza
hasta el más fino chalet
y los grandes rascacielos
no existieran también.
Es diestro con la paleta,
con el frotacho ni hablar,
con la escuadra y el nivel,
con la lampa y la barreta,
con la plancha y la plomada
el badilejo también.
Son sus fieles instrumentos
que carga con mucho celo
pues ellos le dan la vida
brindándoles la comida
que ha su hogar ha de llevar.
En su chamba con esmero
el trabaja muy contento
para llevar alimento
con sus músculos de acero.
Aunque tenga mala facha,
aunque de verbo grosero,
es galán empedernido
cuando mira a una chica
luciendo sus lindas curvas,
arremetes con empeño
con piropos so tan santos
y aunque le respondan mal
ante tales groserías
para le da igual
siempre terco, mal criado
porque quiere ser su dueño,
aun que sólo sea un sueño
se saborea con ella,
al mirar a la doncella
que se aleja, que se aleja
y a tu corazón le deja
palpitando de emoción.
Al terminar la faena,
vuelve a casa el albañil
cansado llega a dormir
esa es su rutina diaria.
Cuando los años corroan
su espalda adolorida
y sus huesos otoñales
y sus músculos que fueron
como tendones de acero
ya serán sólo remedo
de aquel silencioso obrero.
Castigado por el tiempo,
te arrastrarán a la tumba,
a tu refugio infinito
donde tu cansado huesos
reposarán para siempre.
Por eso cuando tú mires
en el cielo algún candil
con luz de aurora y rubíes
es alma del albañil .
(Anómino)
reconocimiento merecido a quién nadie reconoce...ni porque por ellos tienen techo.
ResponderEliminarhola! felicitaciones por la entrada. soy de argentina, maestra, y estaba buscando poemas sobre albañiles para el acto del día internacional del trabajo. me quedo con dos textos de los que leí acá (el de neruda y el primero) para leérselos a los chicos. muchas gracias!
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