El sector más castigado por la crisis, todavía sigue sin
repuntar. Las escasas ofertas de empleo que aparecen en la red, requieren que
quien las acepte se haga autónomo por su propia cuenta, señal de que ninguna
empresa de las que queda quiere cargar con los carísimos costes de contratar a
cualquier trabajador.
Aparte de que el país acumula unos enormes stocks de
viviendas, de los cuales se calculan que hay a la venta aproximadamente un
millón, y otros 6 millones de viviendas vacías que nadie ocupa, el caso es que
todavía siguen bajando los precios, que ya han bajado más de la media del 40%
en los últimos 5 años, y aún así se sigue considerando que están demasiados
caros dichos precios. Lo cual indica que no se construirán viviendas ni naves
industriales en muchos años.
Sólo la restauración, rehabilitación, ampliación y
reforma de viviendas es lo único que puede dar algunas posibilidades de
trabajo, condicionada a la capacidad inversora de los ciudadanos, que tampoco
lo tienen fácil, debido a que en esos momentos tampoco hay facilidades para la
concesión de créditos. Aparte, también, que el exceso de absurdas normativas
también encarecen mucho el precio de hacer obras, cosa que desánima mucho a los
inversores, y quienes pueden miran de hacerse las obras en negro, para
ahorrarse toda clase de costes improductivos de exigencia legal.
Visto el panorama, a lo que me refería antes: ponerse
autónomo es complicado, tanto para quien trabajó por cuenta ajena, como para
quien se dio de baja de autónomo. Los parados a cuenta ajena tienen derecho a
la prestación por desempleo que le corresponde según el tiempo que llevaban
cotizando en el último empleo, y luego subsidio de los 426 euros mensuales,
variable en su cuantía de tiempo con derecho a cobrarlos según edad y
circunstancias familares, que va desde los
6
a los 30 meses. Ya luego los que tienen más de 55 años,
tienen el subsidio de paro de los 426 euros hasta llegar a la edad legal de
jubilarse si durante todo ese tiempo no encuentran empleo, de acuerdo con las
últimas normativas vigentes (que naturalmente el gobierno las puede cambiar
cuando quiera). Ya antaño ese derecho era a partir de los 52 años cuando
gobernaba Zapatero, pero Mariano Rajoy
lo retrasó a los 55 años, y encima poniendo más dificultades para poder cobrar
ese subsidio, pues no tienen derecho al mismo si se convive con un cónyuge o
con un hijo que tengan empleo.
Y además bajo esas mismas circunstancias y agotadas el resto de prestaciones y subsidios
de desempleo de los 426 euros, tampoco tienen derecho a la ayuda de los 400
euros del Plan Prepara, de 6 meses, aquellos parados que tengan convivan con cónyuge
o hijos que tengan empleo, o con padres que cobren pensión. Mariano Rajoy ha
discriminado más que nunca a los pobres obreros en paro, pero eso sí:
salvaguardando en lo posible a los funcionarios, los del empleo vitalicio,
cuyos privilegios son todo un insulto a los trabajadores desempleados. Esos
derechos, por pequeños que sean, hacen complicado que cualquiera quiera ponerse
autónomo, porque significaría perder todos esos pequeños derechos de protección
y asistencia, aunque están bastante injustamente discriminados en función de
edades y circunstancias personales.
Por otra parte, con lo inseguro e inestable que sigue el
mercado de trabajo en el sector de la construcción, ponerse de nuevo autónomo,
significa asumir un riesgo que a veces no sale a cuenta, por lo caros que son
los costes sociales, y por lo incierto que son tanto los cobros como el estado
de la cartera de contratas, lo cual no anima a nadie a ponerse autónomo, aparte
de que es sabido que tampoco tienen ningún tipo de protección en caso de
desempleo, es decir, no tienen derecho a cobrar ninguna ayuda por estar en
paro. Y aunque no me acuerdo de cuánto está el coste de por ejemplo, el seguro
mensual (hace 5 años que debido a la crisis dejé de pertenecer al sector del
ladrillo, aunque recuerdo que lo más bajo rondaba los 300 euros mensuales), os
dejo con esta ilustración para que veáis los costes comparativos de lo que es
meterse autónomo, con otros países de nuestro entorno:
Os dejo con la entrada de “JOBRAPIDO” (“Trabajo rápido”),
que es como un buscador de todas las ofertas de trabajo presentes en Internet
de varios países del mundo, entre ellos nuestra España, para los que queráis
buscar trabajo de albañil, y seleccionéis por países, y podréis observar que
todas las escasas e inciertas ofertas de trabajo en el sector de la
construcción exigen la condición previa de ser autónomo, para evitar problemas
al contratante y que los riesgos los asuma el siempre sufrido autónomo. De
todos modos quienes quieran seguir en el gremio del ladrillo, lo aconsejable es
buscarse trabajo afuera y emigrar, ya que en España hace ya unos 6 años que la
fiesta se terminó y la resaca todavía no ha tocado fondo: