viernes, 16 de julio de 2010

LA ECONOMIA SUMERGIDA EN LA CONSTRUCCION



En la actualidad nuestro país está tan mal, que al mismo tiempo que ha habido un bajón espectacular de la cartera de obras, se ha ido apretando aún más la tuerca de los impuestos, debido a que la crisis a obligado a cerrar cientos de miles de empresas y despedir a millones de trabajadores, con lo cual los políticos no encuentran donde recaudar, y se ven obligados a subir más los impuestos y hacer más recortes, con todas las consecuencias de malestar que ello conlleva . De tal modo, que dentro de un panorama de crisis, nos encontramos que hoy por hoy, cumplir con todos los requisitos legales, cuesta toda una fortuna despilfarrada en vano, que no se traduce en nada tangible, aparte de quebrandeos de cabeza en papeleos, inspecciones, comprobaciones y demás burocracia (proyecto base, proyecto ejecución, licencia de obra del ayuntamiento, plan de seguridad, etc...). Y entonces resurge la idea de trabajar fuera de todo eso, sin contratos ni demás papeleos de exigencias legales, ante la imperiosa necesidad de buscar lo más barato posible, dado que los bancos no animan mucho ahora a conceder créditos, aparte de que todas las exigencias legales y la subida de los impuestos y demás tasas, lo ha encarecido todo de una manera brutal e injusta que más bien se parece un robo por parte de la administración.


Podría decir, con su lógico riesgo, que trabajar en negro seria lo ideal en un lugar bien cerrado, y con poco ruido, a partir de viernes tarde, así como sábado y domingo, y días festivos, cuando nadie que tenga que ver con la Administración esté trabajando. Si todo se planea bien con todos los detalles, se puede llegar a ahorrar un montón de pasta. La cuestión es encontrar el albañil que quiera hacértelo, y dado que hoy en día casi la mitad de los parados de nuestro país procede del ramo de la construcción, no es cosa muy difícil encontrar alguno que acepte estas condiciones, y dando el tremendo paro existente tampoco existe mucha dificultad de encontrar algún albañil desempleado dispuesto a trabajar por un precio razonable de crisis. Encontrar el albañil adecuado, que se esfuerce en hacer bien el trabajo, te puede llegar a salvar la bolsa y la vida. Es cuestión de tener suerte, porque al igual que ocurre con todas las profesiones, lo mismo te puedes encontrar con gente vaga, que con gente trabajadora y responsable. Además si tú puedes estar a su lado supervisando los trabajos, y hasta ayudándole, te ahorras un montón de pelas. ¿Vale la pena arriesgarse y no ser tan tonto, si es que en tu caso particular se te dan las condiciones para proceder así?


En cuanto al tema de la financiación, hay que hablarlo en privado con tu gestor de confianza del banco sobre tu proyecto, porque para una obra que no existe legalmente, podría existir la posibilidad de que tan sólo te prestaran dinero por el valor del solar o la finca en cuestión (como garantía), aunque terminada la obra en sí, dicha finca queda muy revalorizada, de modo que si la vendes, devuelves sobradamente lo que te ha prestado el banco, con un importante beneficio para ti, aunque hay que tener el cuenta que en tiempos de crisis las ventas cuestan más, y que los precios a ofrecer han de ser más competitivos y menos en plan de especulador. Y todo sin tener que competir con los tontos que cumplen con todos los requisitos legales, para alimentar a las sanguijuelas de los políticos y el sistema corrupto que ellos mismos han montado. O bien te puedo dar una idea: reúnes a una fiesta a tus familiares, les hablas de tu plan, las pides, por ejemplo, a cinco familiares que vayan al banco a pedir un préstamo grande para el consumo, de aquel que no se hacen demasiadas preguntas, y luego que esos cinco familiares te prestan el dinero, les vas pagando la cuota a cada uno de ellos poco a poco. Es sólo una idea, aunque existen muchísimos trucos. Mas que el dicho “Mucho ruido y pocas nueces”, lo que aquí se trata es de aprovechar al máximo todas las nueces posibles, haciendo el mínimo de ruido.

Yo conozco a un amigo mío de mis años escolares, que una de sus entonces granjas abandonadas de pollos bien envallada, por dentro lo ha convertido en un auténtico palacio, y eso sin que nadie se entere. Por fuera parece una nave abandonada, pero por dentro es toda una vivienda de alto standing, y todo se lo hizo en negro, sin arquitectos, sin permisos, sin contratos, y sin demás molestos papeleos,....gastándose el mínimo de dinero. Y ahora vive allí, muy tranquilo, muy feliz, y muy orgulloso de su casa. Él es peón de jardinería, pero su casa por dentro en algunos aspectos parece mejor, con mayores comodidades, y con mayor lujo, de la casa de los más “ricos” del pueblo. Claro que tuvo la suerte de encontrar a un albañil de confiar.


Y el que tiene los medios y se le dan las condiciones para hacer una cosa así, puede incluso hacer de ello el gran negocio de su vida, vendiendo la finca a muy buen precio cuando vuelvan los tiempos de la bonanza, teniendo en cuenta que en comparación el coste de la obras de construcción habrá sido muy bajísimo en relación al precio que acabará vendiéndola. Esa es pues una de las formas de hacerse rico, sólo al alcance que quien tenga una buena idea, y con la capacidad de reunir el mínimo de dinero con el que arriesgarse.


¿Habéis pensando alguna vez, por ejemplo, en renovar vuestra cocina, o vuestro baño?, pues ese es uno de los trabajos que se pueden hacer sin que se enteren quienes no les importa. Los alicatados (enrajolados), por ejemplo, se pueden hacer sin necesidad de arrancar lo que ya está puesto, pegándolos con una silicona especial y un buen rejuntador, con ampliaciones del fontanero (que ese también os puede hacer la “chapuza” en negro). Hay que tener en cuenta de que existen azulejos o gres de gran calidad, muy baratos, y otros blandos de mala calidad y muy caros,....las marcas del azulejo en la practica no dicen nada; y ahora con esa tremenda crisis, los materiales cerámicos son más baratos que nunca, procedentes de los stocks sobrantes de los fabricantes que apenas no tienen salida en el mercado. También tener un buen baño, muchas veces es cuestión de que un albañil experimentado en azulejos y gres os acompañe al comercio, lo mire bien y os aconseje. Porque a veces elegir tan sólo por la estética puede salir malo y caro. Lo mejor es ser prácticos.


En fin, que todos los trabajos que sean posibles, hacedlo en negro, porque como ya he dicho, os ahorraréis un montón de pelas, y no sentiréis la desagradable sensación de que habéis puesto un riñón, sólo para que se lo lleven los ladrones y los parásitos que viven a costa del trabajo de los albañiles y de los sacrificios de los ahorradores.



Igual buena parte del dinero de los impuestos sirve para las buenas nóminas vitalicias de los 4 millones de funcionarios de este país (que no tienen que competir, ni ser eficaces, ni preocuparse nunca de vivir ellos mismos el cruel drama del paro como sufren los albañiles), así como alimentar a miles de políticos que no se privan de buenas nóminas y prebendas, como igualmente mantener a los corruptos de a judicatura, y financiar los miles y miles de despilfarros inútiles que en realidad buena parte de ese dinero no repercute para el beneficio y bienestar de los ciudadanos. Así que mejor mandarlos a tomar por culo, y desde luego, bajo estas circunstancias y condiciones, si pagas impuestos y te metes a acatar carísimas y absurdas normativas, pudiendo evitarlo, es que estás tonto de remate.

Claro que ante la insaciable codicia recaudatoria, luego dicen con toda razón que "quien roba a un ladrón, merece 100 años de perdón", viendo que el peor ladrón y la peor vergüenza de España es la misma Hacienda que dedica, como ya he expuesto, el dinero de los tributos para mantener millones de funcionarios parásitos y vitalicios, cientos de miles de políticos, despilfarros de toda índole, etc..., y que de muy poco el dinero recaudado sirve para la economía productiva que aporta progreso y crea puestos de trabajo, así como para repartir bienestar entre los ciudadanos (pensiones, sanidad, educación, carreteras, ejército, etc...), y el que con suerte logra defraudar, es un auténtico bendito. ¿Alguien tiene algo que objetar?



He aquí la descripción ilustrativa del origen y causas de la economía sumergida, que estoy seguro de que vais a entender:



2 comentarios:

  1. Tienes razón. Pero en vez de contratar a un albañil en negro, me lo hago yo mismo y te quedas a dos velas en el paro, si es que no se te ha acabado.
    En cuanto al jardín, pues lo mismo, que además es más fácil, me lo hago yo mismo y tu amigo, el de la mansión en el gallinero, que se quede en casa, mirando las paredes.

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    1. Completamente respetable vuestro comentario, al fin y al cabo eso es libre mercado capitalista puro y duro, y en el mundo del trabajo, las leyes naturales están por encima de todas, con lo cual la única ley natural que rige ese caso es la de la oferta-demanda.

      Por otro lado el sentido común dicta mucho sobre que estamos en un sistema que aparentemente nos roba a base de esquilmarnos y exprimirnos a impuestos, así como inútiles normativas que se comen el fruto de nuestro sudor y nuestros ahorros, con total injusticia. Lo razonable es dejar que sea el libre mercado y la competencia quien recompense o castigue el trabajo bien hecho o mal hecho. La gente de por sí tiende a confiar más en quien tiene fama de hacer bien los trabajos. Todo lo demás son pamplinas. Y por otra parte todos buscan dar de comer a sus hijos, y cuando legalmente eso no es posible, entonces llega un momento que todo se vale, aunque para esos casos últimos es recomendable la prudencia para no llegar a peores. "Cuéntame todos los cuentos que quieras,...pero si así no puedo comer, pues no me vale".

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