Sacando la frase de una obra de la filósofa y escritora estadounidense de origen ruso Ayn Rand, en una película aparece John Wayne que le recrima a un chico que le suplicaba un puesto de trabajo:
“No doy trabajo, sino que contrato a hombres. Tú harás tu trabajo y yo te pagaré un sueldo a cambio. Los dos somos libres y tenemos nuestro orgullo”. Más o menos esa frase resumiría la forma tradicional de contratar y llegar a un acuerdo entre los del gremio de la construcción, entre el currante y “el amo”, que aquí donde yo estoy es muy usada la expresión, aunque una vez un albañil me dijo “de amo” sólo tienen los perros; pero a mi me gusta decir “el amo”,..tiene su gracia.. La wikipedia cita que Rand defendía el egoísmo racional, el individualismo, y el capitalismo laissez faire, argumentando que es el único sistema económico que le permite al ser humano vivir como ser humano, es decir, haciendo uso de su facultad de razonar usando su propia libertad. En consecuencia, rechazaba absolutamente el socialismo, el altruismo y la religión, cuyas consecuencias algunos a estas alturas de la película ya conocemos. Y no digamos de la manifiesta ideología del patriotismo individualista republicano de John Wayne. El libre capitalismo más salvaje e individualista, que salvando apariencias, es lo que realmente ha imperado desde siempre en el gremio de los albañiles. No sé qué te diría ahora un imaginario empresario a lo John Wayne, si ahora le dijeras que quieres trabajar para él, pero creo que a pesar de las dificultades que ahí están, la vigencia del fondo y forma siguen siendo las mismas.
En nuestra recién estrenada época de internet, podemos ver que en todas las redes y páginas de trabajo, no se encuentra ni un solo anuncio que haga mención al albañil, sean oficiales o peones. Es pues el sector más castigado por la crisis, que necesita reconvertirse, quizás con destino a los servicios: hosteleria, o la industria exportadora (operarios de fábricas). De momento no hay futuro y menos con un exceso de normativas que no se van a cumplir (en la práctica se incumplen y se eluden todo lo que se puede, realidad que habría que tener presente por parte de los legisladores). Hoy por hoy la destrucción de empleo y la falta de trabajo sigue en curso, e irá a más muy pronto con la subida del IVA, y consecuencia también del exceso de normativas. Los empleos ya no llueven del cielo, como en los años de la bonanza, que se contrataba a cualquier mierda, porque no se encontraba otra cosa.
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El autor del blog, en el INEM de Gerona |
La situación actual es desesperada, y hace más daño que nunca a los valientes albañiles, los que siempre se han llevado los palos más duros de la sociedad, los más explotados por toda esa pléyade de chupones que viven del cuento de las normativas. Desempleados estamos casi todos los del gremio: subalternos, aprendices, oficiales, peones, jefes de obra, encargados, yeseros, etc..: son una inmensa mayoría los que están desempleados. Y luego constructores y autónomos completamente arruinados. No hay otro panorama más desolador, y con los anuncios de las casas y pisos por vender, que ya llevan años con el letrero “en venta”. Estamos en una situación de completo vacío laboral, la poca faena que hay es incierta y de ir tirando.
Se ha parado la construcción de más inmuebles, porque la triste y cruel realidad es que tras la resaca del boom inmobiliario, en nuestro país, para dar un indicador fiable y comparativo, existen casi tantas viviendas vacías y sin vender como millones de parados inscritos en el INEM. Ahora la posible salida está en las reformas, la rehabilitación de edificios, los remiendos, las pequeñas ampliaciones, cuando ya no la construcción de nuevas viviendas, dicho sea en términos generalizados. Quizás ayude algo ahora la nueva normativa de ITE (inspección técnica de edificios), que obligará a mantenimiento y reparaciones, aunque tengo mis dudas por ser ley obligatoria. Así también obligará a reformas aquello de la “eficiencia energética con la aplicación de “renovables”. Aquí está el futuro especializado que fija ese ITE y cambio a energías renovables que ha de reconvertirse, sin perder la esencia de lo antiguo, que al fín y al cabo, el libremercado es lo que manda siempre: calidad en el servicio y buen precio, es lo natural. El problema, hoy por hoy, es que no hay dinero, con un mercado de una clase media cada día más empobrecida a consecuencia de las malas gestiones políticas que han empobrecido al conjunto de la sociedad, y que no dispone del ahorro de ese dinero con el que invertir en las mejoras de sus propias viviendas
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Y con una fuerte presencia de trabajo en negro para todos aquellos que agoten prestaciones sociales (subsidio de paro, etc…), porque todo está demasiado caro y buena parte del grueso del mercado no está en condiciones de pagar precios legales. Nadie te dirá nada si te pilla trabajar en negro, si está probado que no cobras ningún tipo de subvención de ningún lado, ni en los juzgados, pues se entiende que es de justicia que estás en tu derecho a buscarte la vida. En consecuencia, con el trabajo en negro, sale beneficiado el desempleado que no tiene trabajo, y el cliente que le sale más barato, trabajo hecho siempre y en la medida de lo posible a escondidas. Es la ley del libre mercado, y aquí no valen las quejas de competencia desleal, porque al final lo único que crea competencia desleal son las propias normativas donde está el origen de todos los males, y de lo que se trata es de volver al sentido común, a acuerdos sobre la manera que cada parte ha de trabajar y proceder. Lo único que cuenta es hacer las cosas bien y que gracias a un trabajo bien hecho la gente pueda hablar bien de ti, siendo esto tu mejor tarjeta de presentación, y todo lo demás son cuentos chinos de la lechera. Se puede hacer de autoempleo en negro.
No hay otras salidas, si tenemos que hablar con realismo. Sé de una granja con apariencia de abandonada externamente, pero que dentro parecía un auténtico palacio. Es lo camuflado, y a veces es un recurso inteligente para quien no puede permitirse el gasto de ser legal. En el futuro se podrá anunciar uno por internet al ofrecer esos servicios por libre, aunque preveo que la lucha contra el fraude va a ser cada día más difícil, pues no cuenta apoyo de nadie, y todo el mundo está en contra de los impuestos que conducen a una sociedad más injusta.
Posible solución es ir a trabajar al extranjero, que exige dominio del idioma, cosa bastante aventurera, aunque no conozco muy bien como está el tema de la demanda en el extranjero. Se aconsejaría probar por los meses estivales en el norte de Europa, ahora que hay compañías de vuelo baratas y con el internet que nos tiene más intercomunicados. Sobretodo para los más jóvenes y sin cargas familiares. No obstante, no aconsejo a nadie que se meta autónomo sin antes asegurarse unos buenos clientes, contructores que les confíen trabajo, o contratas de particulares,…cosa muy complicada hoy en día, en que los bancos ni dejan préstamos.
De todos modos, quizás algunos tengáis en mente la aventura de salir a trabajar fuera de España, que claro como mínimo hay que saber hablar el idioma del país donde se desea emigrar,….pero, ¿qué os lo que hay afuera?. Por internet encontré esta interesante publicación el el suplemento “Economía” de El País, que da algunas pistas, aunque lo interesante de leer es también los cientos (ya superado el millar) de comentarios de sus lectores. Sólo tenéis que cliclear en el enlace de abajo:
SALIR A TRABAJAR FUERA DE ESPAÑA
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