Ya imagino que no merece estar en los anales de la
arquitectura, pero la casa que os voy a mostrar, a su autor le costó lo suyo.
El que la construyó sólo tenía dos cosas: iniciativa y ganas de trabajar. No
era un gran artista que digamos, pero la casa le quedó como para quedarse a vivir
en ella, y además es su casa, y lo que uno hace con sus propias manos, le acaba
por cogerle cariño, y por eso mismo hay que saber respetarlo. Que conste que
esta casa no la he construido yo, pero sí quiero exponerla aquí en mi blog como
muestra de que una casa construida por cualquiera, y de cualquier manera, es
posible si se tiene la suficiente creatividad y voluntad.
Por lo que me consta, se construyó a finales de la época
franquista, cuando apenas no existían normativas, ni precisabas de arquitecto o
aparejador. Te dejaban construir en tu trozo de parcela, y nadie te decía nada.
Y aunque me imagino que por eso saldrán toda clase de críticas, para su creador
tiene el valor de una joya. Hoy en día, te exigen planos, permisos y visados
para todo, incluso para construirte la casa del perro, pero aquí incluso se
hizo una caseta para el perro muy original, como podréis ver en las fotos, la
cual por la parte de atrás incluso tiene ventana y en la parte superior una
águila de obra que decora y remata.
Nos cabe destacar esa masa de material hormigonado, con
cierto gusto artístico con piedrecitas incrustadas, encima del tejado, que es
para sostener solidamente el palo del tendido que lleva el fluido eléctrico. Y
para hacer un balcón, poner de soporte por debajo una viga, y todo de obra, la
que se tenía decorativa a mano, sin necesidad de poner soporte ferrallado tipo
brana en los balcones, por supuesto más barato de hacer. De los ladrillos se
sale como puede, colocados en plan “manitas”, que en este caso era una
ampliación, y no dio tiempo para el enlucido exterior, y además con uralita a
falta de otro material, tal como se puede ver, aunque para el resto de la casa,
lo que sí está enlucido es en la forma de escardellado que ahorra remolinar las
paredes, y de da una apariencia más rústica. Las escaleras exteriores, hechas
con sobras de materiales que se tenían a mano. La fachada de la entrada de
atrás, aplacada con piedra del lugar, como se podrá ver. Y una pequeña valla de
obra con mortero escadellado. Y las pequeñas chimeneas, una obra maestra de la
chapuza. Y es que en cuanto se refiere a la obra, cualquier material que se
tenga a mano es válido para que cada uno se construya su casa con lo que tenga
a mano y con sus propios y escasos medios, algo que debería de tolerarse más en
esta sociedad que todo está tan caro debido a tantos ladrones que buscan chupar
de todo aquel que se arriesga en construir un trozo o un todo de vivienda.
Imagino que muchos no estarán de acuerdo, pero yo por mi parte reconozco y
felicito a su autor por tan original muestra de creatividad en la construcción
de su propia casa, al que habría que considerarlo como un verdadero artista, y
ejemplo del que tendríamos que tomar todos aquellos que no tenemos ni un pelo
de idea de cómo construirse una vivienda.
lo felicito por el blog. Cada tanto me doy una vuelta por aqui y encuentro sus explicaciones y detalles muy utiles. Muchas gracias por compartir sus experiencias
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