Hay noticias de las que
los albañiles tenemos que estar al día, y en ellas entra también el presente
blog, pues son de esas que van a necesitar miles de currantes del ladrillo para
ejecutarse, en los modernos tiempos que corremos de grandes cambios,
transformaciones y convulsiones socio-económicas . Eso se da en especial en esa
China económicamente capitalista pero políticamente de dictadura comunista,
país cada día más poderoso e influyente, que piensa en grande apuntando más allá
de los delirios faraónicos, y donde la noticia de hoy, en fecha de 4 de
noviembre de 2012, habla de su mayor construcción en un solo espacio común y en
el menor tiempo posible, superando incluso todo el complejo de la “Ciudad
Prohibida” el mayor palacio del mundo, y antigua sede de los últimos
emperadores del “Celeste Imperio” chino.
Se dice que los chinos son el pueblo
más trabajador del mundo, que trabajan bien organizados, metódicamente, sin
perder el tiempo, y en silencio sin apenas quejarse de nada. Claro que
contrasta con ciertas condiciones abusivas que no convencen del todo, por lo
que nuestro temperamento individualista como albañiles españoles es la baza de
nuestro talento y nuestra laboriosidad, ya que se han visto a chinos trabajar
en construcciones aquí en España, muy constantes y trabajadores, con los
sueldos bajos propios de los chinos pero que siendo dinero de nuestro país para
ellos son como verdaderas fortunas, pero eso sí, pero dejando acabados de mucha
mala calidad y siendo muchísimo más chapuceros que los propios españoles que
sobrada fama de chapuceros solemos tener.
Como albañiles españoles, nuestro
sentido de la libertad y de la laboriosidad, es la ventaja con la que partimos
para poder competir con los chinos, si sabemos usarla bien y unir fuerzas. La experiencia que tenemos aquí en España de los albañiles inmigrantes chinos es que no son muy buenos trabajadores, a pesar de su fama de trabajar constantemente y sin parar en las largas jornadas del día, en las que incluso en la medida que podían burlaban las normativas de prevención, quitándose cascos y arneses, y trabajando a veces casi en calzoncillos, para soportar mejor la enorme calor.
Sus tajos quedaban muchas veces de modo tan chapucero, que había que obligarles a volver a derribarlos y volverlos a levantar de nuevo, en la que muchas veces, si bien alguno se quejaba, había que reconocer su proverbial paciencia, y dichos tajos lo repetían una y otra vez, como si en el nuevo paso pudieran descubrir la manera de dejarlo mejor (y que para eso también cobraban poco sin quejarse, y guiados por sus jefes que organizaban los equipos de manera no muy distinta a lo que sería cualquier organización mafiosa con sus propios códigos de conducta y actuación que sólo ellos conocen). Y digo de organización mafiosa, porque esos albañiles chinos muchos trabajaban los fines de semana incluso, es decir, durante 7 días a la semana, que aunque lo prohíba la inspección de trabajo y lejos de los ojos de los sindicatos, y por si acaso hubiera un accidente en un fín de semana, pues esta gente no quiere tener líos legales con nuestro país, ni con patronales, ni con sindicatos, ni con la administración laboral española: sólo quieren trabajo y llevarse el máximo de dinero, y sin meterse con nadie.
Por eso, si supongamos que algún chino se accidenta, pues no van a llamar a emergencias ni a nadie, pues peor sería que se abriera una investigación, con lo cual nadie se enteraría de nada, ya que entre esa gente (los chinos) ya se encargan de atender los problemas de los suyos, dentro de la organización de tintes mafiosos que van formando. Y es que en eso tienen fama los chinos: trabaja todo lo que puedas, llévate todo el dinero, y no hagas ruido para que no se entere nadie.Aparte que de su país de origen, están acostumbrados a los salarios muy bajos, y a no tener servicios sanitarios o pensiones de Seguridad Social, como tenemos aquí en España.
Por eso nunca hemos sabido de problemas con los chinos en las obras, salvo que al ser mano de obra tan barata, desde el principio de la crisis nos quitaban el trabajo los chinos. Hoy en día, como han visto que ya no les es rentable trabajar en las obras como albañiles, se han metido a poner tiendas y supermercados, así como restaurantes: tratan de sacar el dinero de donde ven perspectivas de obtenerlo.
Es la vieja sabiduría milenaria de los chinos, que ya eran civilización, cuando aquí todavía vivíamos en algo parecido a la época de las cavernas, construyendo castros y casas de piedra.
La noticia aparece en
el digital diario económico Expansión, y aquí os pongo el extracto para que no
se pierda, así como para que podáis ver el vídeo ya que ese no dispone de “embled”
para poder colgarlo aquí, y se tendrá que visualizar desde la página del propio
diario digital mencionado:
Hace
poco era Zhang Yue, presidente de Broad Group, con su proyecto de erigir el
rascacielos más alto del planeta en Changsha en sólo tres meses. Ahora es Deng
Hong, cabeza del grupo ETG (turismo y construcción), quien levanta el que será
el inmueble más grande del mundo.
Deng, con una fortuna
estimada en 660 millones de dólares (unos 500 millones de euros), construye el
New Century Global Center al sur de Chengdu, capital de la provincia de
Sichuan, donde tiene la sede el conglomerado ETG. El proyecto consta de tres
desarrollos: un museo de arte contemporáneo, una plaza pública y el denominado
Centro Global. Este último es el llamado a batir el récord de superficie
construida en un único espacio, con 1,4 millones de metros cuadrados.
En el interior de este
mastodonte se planea abrir un parque de atracciones de 250.000 metros cuadrados , un centro comercial
de 300.000 metros
cuadrados , un centro de convenciones de 720.000 metros cuadrados , un hotel de lujo
(bajo la firma de la cadena hotelera InterContinental) de más de mil
habitaciones y un pueblo comercial al estilo mediterráneo.
ARQUITECTA DE LUJO
Parte del complejo abrirá sus puertas en abril de 2013, pero no estará
finalizado hasta finales del próximo año, según la empresa. El diseño es de la
arquitecta de origen iraquí Zaha Hadid, premio Pritzker en 2004, y la inversión
superará los 1.200 millones de euros, según el servicio de ventas de ETG, donde
afirman que ya se ha adjudicado el 80% de los espacios.
No es casualidad que
los proyectos inmobiliarios más ambiciosos del momento se lleven a cabo en el
interior de China, en ciudades hasta hace poco desconocidas fuera del país,
como Changsha o Chengdu. Shanghai, Pekín, Shenzhen y Cantón –lo que se conoce
como el primer nivel– ya han erigido símbolos arquitectónicos de talla
internacional. Ahora es el turno de las urbes de segundo y tercer nivel, las
que más crecen económicamente. Ahí se están abriendo la mayoría de los Zara,
los KFC y los Starbucks, y ahí persiste la lucha por hacerse notar en el mundo.
....................................................................................................................................
Para la construcción de los 220 pisos del «Sky City», con una altura total de 838 metros y capacidad para alojar a 17.400 personas, se utilizará una técnica de «prefabricación»
El nuevo desafío de China será construir el edificio más alto del mundo en tan sólo noventa días. El «Sky City» contará con 220 pisos y podrá alojar a unas 17.400 personas, además dará cabida a un hotel, un hospital, varias escuelas, oficinas y tiendas. El «gigante», que será construido en la ciudad de Changsha, al sureste del país, contará con más de cien ascensores de alta velocidad, y será capaz de resistir un terremoto de magnitud 9,0.
Para cumplir con el plazo, los trabajadores de la compañía Broad Sustainable Building, encargada de las obras, deberán construir a una velocidad de cinco pisos por día. Para acelerar el proceso, utilizarán una técnica de «prefabricación», con bloques construidos fuera del lugar de la obra y que posteriormente serán ensamblados.
Una vez finalizado, el rascacielos medirá 838 metros, es decir, diez metros más alto que el Burj Khalifa de Dubái, el edificio más alto del mundo en la actualidad, y que tardó cinco años en ser construido. El «Sky City» de China costará unos 630 millones de dólares, la mitad del Burj, aunque ya son algunos los que dudan si la compañía cuenta con los suficientes fondos para emprender la construcción.
Y aquí tenemos un ejemplo de la gran transformación de
China. Un panorama de la misma vista de Shanghai, la una del año 1990, y la
otra del presente año 2012.
SANGHAI EN 1990, VERSUS SANGHAI EN 2012 |
.............................................................................
NOTICIA APARECIDA EL 9 DE DICIEMBRE DE 2012: China tirará abajo 700 montañas para construir una nueva ciudad, con una inversión de 2,7 billones de euros en el proyecto. En ese país todo lo hacen a lo grande, igual hicieron “La Gran Muralla”, la única obra del hombre visible desde la luna...
http://www.20minutos.es/noticia/1671597/0/china/derrumbara-700-
montanas/nueva-ciudad/
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
No obstante no todo es oro lo que reluce en china. Leed la
entrada de mi otro blog:
No hay comentarios:
Publicar un comentario