Hay veces que existe gente que quiere hacer reformas o dar algunos retoques para condicionar un local para negocio, y me preguntan qué deben de hacer. Pues a decir verdad, aunque visitando el local les puedo aportar alguna idea sobre lo que puede hacerse en cuanto se refiere a las obras de albañilería, debo de reconocer que hoy en día hay tantas normativas y ordenanzas municipales, que uno ya no tiene nada claro ni mareando la perdiz, y lo más indicado es que vaya a algún profesional, a algún aparejador, arquitecto, ingeniero, o licenciado en Medio Ambiente, para que se lo mire junto al interesado, dé su parecer y consejo, y si al cliente le parece bien, que se lo estudie con más detalle porque hay mogollón de normativas que exigen de todo, desde si se puede o no se puede poner una escalera, la superficie de las ventanillas del lavabo, hasta la cantidad de extintores a poner, y de paso le haga un proyecto para que pueda obtener la licencia para abrir ese local de negocio. Lo que antes se llamaba Proyecto de Actividad, ahora parece ser que se llama Proyecto de Licencia Ambiental. Por tanto no digo más, porque no domino en absoluto el tema, y lo mío ha sido siempre la ejecución y dar forma a la parte albañilería, aunque tenga un poco de conocimientos generalizados de todo cuanto afecta al sector
Supongo que se tendrá que calificar el local según normativas y para qué está destinado, y a partir de aquí saber si se podrá hacer algún tipo de obras, remiendo o chapucilla, naturalmente previo pago de las tasas municipales, y el honorario de entrada que exige el facultativo.
Puede ser un bar, un restaurante, una peluquería, un despacho de gestaría administrativa, una consulta médica, un gimnasio, una simple tienda de cualquier cosa (alimentación, muebles, informática, zapatería), una clínica dental, etc…, o hasta incluso un club de putas. Parece mentira: pretendes abrir un negocio, con lo que indirectamente supone de creación de empleos que buena falta hacen en nuestro país, y de entrada ya te ponen toda clase de dificultades entre papeleos, tasas y demás cosas que te cuestan un pastón, que ya se sabe en el fondo es un tema político de sacarte cuanta más pasta mejor. Pero esto es España, y de sanguijuelas que quieren chupar hay por todos los lados. Así son las cosas.
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