INTERESANTE NOTICIA DE 11 DE MARZO DE 2013: EL LADRILLO ACELERA SU CAÍDA LIBRE. LA CRISIS
HA DESTRUIDO DOS MILLONES Y MEDIO DE EMPLEOS.
En Resumen:
La crisis ha destruido dos millones de empleos y medio en la construcción desde 2008.
Ha destruido más empleos que en otros sectores y más que en recesiones anteriores.
Ya sólo quedan un millón de personas que trabajan en el sector de la construcción.
La licitación pública de obras se ha reducido desde46.690 a 7.370 millones desde 2006.
Las viviendas iniciadas han pasado de600.000 a 50.000 al año.
El consumo de cemento registró en 2012 la mayor caída desde 1936.
Han quedado muchos edificios en esqueleto. En la foto uno de los esqueletos tan presente en muchas ciudades españolas.
La crisis ha destruido dos millones de empleos y medio en la construcción desde 2008.
Ha destruido más empleos que en otros sectores y más que en recesiones anteriores.
Ya sólo quedan un millón de personas que trabajan en el sector de la construcción.
La licitación pública de obras se ha reducido desde
Las viviendas iniciadas han pasado de
El consumo de cemento registró en 2012 la mayor caída desde 1936.
Han quedado muchos edificios en esqueleto. En la foto uno de los esqueletos tan presente en muchas ciudades españolas.
He aquí en contenido de la
noticia en el diario digital “El País”:
EL LADRILLO ACELERA SU CAÍDA LIBRE
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El ladrillo acelera su
caída libre
La crisis ha destruido 2,5 millones de empleos en la
construcción desde 2008, más que en otros sectores y más que en recesiones
anteriores
Solo un millón de personas trabaja en el sector
Para levantar el macrocasino que Sheldon Adelson, el rey del juego, proyecta en
Alcorcón se crearán, en la fase inicial, 40.000 empleos directos y 80.000
indirectos, en principio muchos dedicados a la construcción del complejo. Pero
harían falta más de 20 Eurovegas para que el ladrillo español pudiera volver a
su apogeo. Desde comienzos de 2008, cuando estalló la crisis, se han destruido
casi 2,5 millones de puestos de trabajo en la construcción y ramas de actividad
afines, como ferralla, muebles, cemento, arquitectura y comercio inmobiliario.
Nunca la construcción había caído tan rápido y
desde tan alto. Justo antes del desplome, el sector empleaba a 2,7 millones, un
13% de todos los ocupados. Cinco años después, con los datos de la última encuesta de
población activa (EPA),
a finales del año pasado el ladrillo apenas daba trabajo a poco más de un
millón de personas, un 6,3% del total, un porcentaje que supera con mucho el
mínimo marcado en las otras grandes crisis anteriores (el anterior, en 1985,
véase gráfico). El hundimiento sigue, aunque el profesor Josep Oliver comienza
a ver su final: “Creo que ya está acabando. Es cierto que se ha sumado el
ajuste de la obra pública, pero es la que usa mano de obra de forma menos
intensiva”.
De la caída de la inversión en infraestructuras
hablan los datos de Seopan, que agrupa a las grandes empresas del sector. La
licitación pública ha pasado del pico de 46.690 millones de euros de 2006
a apenas 7.370 millones el año pasado. El primer año negro fue
2010. “Desde el inicio de la crisis en la inversión pública española, en enero
de 2010, el año pasado fue el ejercicio de mayor ajuste con una reducción anual
de la inversión pública del 36%”, explica Julián Núñez, presidente de Seopan.
“En teoría, los ajustes anuales de inversión programados para 2013 y 2014 son
inferiores (del -6% y el -12%, respectivamente), y nuevamente en teoría se
podría afirmar que lo peor ha pasado”, considera Núñez, que advierte sin
embargo de que el inicio presupuestario en 2013 “anticipa unas cifras de
ejecución de inversión significativamente inferiores a lo previsto”.
Apoyado en esto, Juan Carlos Barrero,
responsable del sector en MCA-UGT, tiene una visión muy pesimista: “No le veo
un final. No hay obra, el Ministerio de Fomento está desaparecido. Sobre todo
desde 2010” . La afirmación de
Barrero se aprecia en los detalles de la EPA, en la que se ve cómo los
trabajadores dedicados a la construcción de edificios, sobre todo de viviendas,
sufrieron la mayor parte de la sangría hasta 2010 (750.000 empleos perdidos de
un total de un millón), mientras que en la obra pública el golpe más duro llegó
después (260.000 de medio millón).
No solo se ha hundido la inversión en nuevas
infraestructuras. El número de viviendas iniciadas ha pasado de las más de
600.000 anuales de los buenos años (2004, 2005, 2006…) a las poco más de 50.000
de 2011 o las menos de 20.000 que se empezaron a construir hasta junio de 2012,
según el Ministerio de Fomento.
Pero de aquellos bosques de grúas emergieron
muchas viviendas que todavía no se han vendido (676.000 pisos nuevos) y que,
junto con la falta de crédito, frenan las nuevas promociones. El catedrático
Oliver reconoce que de forma agregada sí que existe ese sobrante, pero matiza:
“Hay stock en el
Mediterráneo”. Según los cálculos de MCA-UGT, más del 50% se sitúa en esta
costa. La lectura de estos apuntes sería que la demanda en otras zonas y en
grandes ciudades existe y emergerá en cuanto los bancos vuelvan a conceder
préstamos.
A esta tesis se apunta la patronal mayoritaria
del sector, la CNC: “Elstock está en zonas malas y será difícil
venderlo en mucho tiempo. Pero hay demanda. En el norte existe. Lo que pasa es
que está dormida, porque no hay financiación. Hay promociones construidas que
no se venden porque no se conceden las subrogaciones de hipotecas”.
A pesar de estos análisis, que buscan huir de la
desolación, si se presta atención al oráculo del sector —el cemento,
considerado un indicador adelantado de la actividad económica— la crisis va
para largo. El año pasado el consumo de
este material registró la mayor caída desde 1936 por la crisis, un
34%, hasta los 13,5 millones de toneladas, frente a los 55 millones que se
llegaron a consumir en un ejercicio a mediados de la década pasada. “A fecha de
hoy solo un 40% de la capacidad instalada está operativa y, a la vista de la
demanda esperable en la construcción pública y privada, es difícil que pueda
mantenerse la capacidad instalada de la industria en nuestro país”, afirma
Aniceto Zaragoza, director general de la patronal Oficemen.
Desde que estalló la crisis, el sector ha perdido
más de 2.000 puestos de trabajo (de 7.700 trabajadores en 2007
a los 5.000 actuales). Las regulaciones de empleo han llegado a
firmas como Holcim o Portland.
Los constructores piden más inversión pública
para frenar la sangría de parados. “En las actuales circunstancias el empleo no
lo puede crear el sector privado y tiene que ser la Administración pública
quien lo haga”, asegura Jaime Lamo de Espinosa, presidente de ANCI, que agrupa
a las constructoras de tamaño mediano. Esta asociación propone que se apruebe
un crédito extraordinario de 6.000 o 7.000 millones de euros para que el
impacto sobre el empleo se note en el cuarto trimestre del año. Un 20% del
dinero debería ir a reactivar obras paralizadas. “Según nuestros cálculos, si
se invierte en infraestructuras, de transporte o hidráulicas, un millón de
euros implica la creación de entre 18 y 32 puestos de trabajo con un retorno
fiscal (menos subsidios, más cotizaciones a la Seguridad Social, más consumo y
más IVA) del 50%-60% de lo invertido, es decir, reducción de parados”, añade
Lamo de Espinosa.
Para Seopan, hay dos elementos clave. Primero
que se cumplan las previsiones presupuestarias y, segundo, los plazos de pago
por parte de las Administraciones públicas. “Resuelto lo anterior, la
obligación más inmediata y fácil para impulsar el sector de la obra civil sería
contraer presupuesto en lugar de detraerlo sistemáticamente”, señala Julián
Núñez. “A modo de ejemplo, la cartera oficial de inversión plurianual pendiente
de ejecutar supera con creces los 30.000 millones de euros; si se anticipase la
ejecución de un tercio de la cartera en un ejercicio se crearían 180.000
puestos de trabajo, con un retorno fiscal para la hacienda pública de 6.200
millones”, remata.
“El presidente del Gobierno tiene que coger el
toro por los cuernos. Todo el mundo se queja del Plan E, pero frenó algo la
caída. Ahora nada. Si se compara con el esfuerzo que se hace en otros sectores,
para salvar 2.000 o 3.000 empleos”, lamentan en la CNC. Dejando al lado el
sector público, esta patronal, en primer lugar, tira de manual cuando apunta
hacia el futuro, “reforma y rehabilitación”, pero también exige luchar contra
la economía sumergida para garantizar la supervivencia del sector.
También los sindicatos ven futuro en la reforma.
Y en esa dirección apunta el plan de vivienda que se ultima en el Ministerio de
Fomento, que hablará mucho de rehabilitación y poco de construcción. Pero es el
único guante que parece estar dispuesto a recoger el Gobierno, que parece
querer más recortes de inversiones y no adelantarlas. Estas intenciones se ven
en el futuro plan de infraestructuras, el llamado PITVI, que supone una caída muy
importante de las inversiones. En total, el nuevo plan, que estará
en vigor hasta 2024, prevé una inversión de 136.627 millones, un 0,8% del PIB.
En los mejores años del boom (2006-2008), la inversión llegó al 4% del PIB,
según fuentes del sector. En la década previa a la crisis la media rondó el 2%.
Great work on this post. thanks for sharing this post.
ResponderEliminarMejores Libros De Ficción
Please, to write in spanish languague, because this blog is spaniard. Thanks!!!
ResponderEliminarLe pedía que por favor, escribiera en español...
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