“Ojalá las
cimentaciones de tu vivienda estén sobre arcillas expansivas” (Famosa maldición
de arquitectos y aparejadores cabreados, dado que mucha veces toca edificar
sobre suelo que no es lo suficiente duro para soportar pesos de grandes
edificaciones).

La construcción de los cimientos, depende de lo grande y el peso de la vivienda, y además del tipo de suelo donde se asienta: a suelo más duro y rocoso, menos voluminoso el cimiento, a más blando, más ancho y profundo el cimiento.
Normalmente suele echarse hormigón pastado a máquina o procedente de camiones-cubas, y se le añade piedras grandes si es que el cimiento no incluye armadura, aunque el sobrecimiento (el cimiento más pequeño que se hace encima del cimiento, suele llevar armadura y trabaja como una especie de efecto zuncho uniendo todas las partes como si formara todo un asentamiento común). A la hora de tirar las piedras, no se aconseja hacerlo al lado del sitio donde se asentarán las columnas, para permitir que esta importante parte la forme hormigón sin los complementos de las piedras, para formar una masa más homogénea y fuerte. La parte baja del cimiento debe de ser más ancha que la parte superior, y sobretodo antes de rellenarlo debe de estar limpio y bien apisonado el terreno donde se hace el relleno del hormigón. Y las paredes deben de ser bien aplomadas, aconsejándose que el conjunto de los cimientos estén más o menos nivelados.
Antes de llenar el cimiento, se aconseja que las armaduras en vertical de los pilares vayan anclados en el mismo cimiento, lo que asegura una cogida mejor de la estructura del edificio. También es aconsejable cortar trozos de tubos grandes a medida, para ponerlos de pases entre los cimientos o sobrecimientos, que faciliten el paso de toda clase de tubos sin tener que hacer agujeros innecesariamente una vez que los cimientos ya están secos y duros. Las prisas en construir hacen olvidar muchas veces este importante detalle de buena planificación, que puede ahorrar tiempo y dinero. Y antes de vaciar el contenido del hormigón es muy conveniente regar las zanjas para humedecerlas, de modo que la masa del hormigón penetra mejor para acoplarse con la tierra.
Si hay que pastar a mano, se aconseja calcular bien las proporciones de la mezcla y no poner necesariamente líquido que ablanda la masa. Y sobretodo no llevar más de 3 minutos rodando por la máquina, que lo hace innecesario, aunque los morteros con líquido pueden rodar hasta no más de 10 minutos.
Los sobrecimientos (cimiento menor, encima del cimiento mayor) hay que hacerlos con encofrados que queden bien nivelados, o bien marcados con rayadas de paleta encima, añadiendo trozos de varillas para poder hacer agarre con la mampostería que se tiene que hacer encima. A veces, más que encofrando, se hacen con bloques anchos colocados de manera bien anivelada, que dentro de le añade hierro y hormigón como su llegaran a formar un grueso muro compacto.
He aquí una muestra de cómo se preparan cimientos con armaduras: primero un relleno de hormigón en la parte baja, y luego encima se colocan las armaduras para rellenar con hormigón, lo cual creará unos cimientos muy sólidos y fuertes:
Os dejo con un video sobre el tema: